En esta ocasión os queremos presentar el Proyecto “Por un cole mejor”, que es seña de identidad en el CRA Puerta de Aragón desde hace varios cursos. Surgió en nuestro centro como proyecto de innovación en el curso 2017/2018. Nació por la necesidad de cambio en la resolución de ciertos conflictos o situaciones que nos parecían mejorables cada día y, con ello, lograr la mejora de la convivencia.
Hasta ese momento el alumnado había desarrollado, en cierto modo, un papel pasivo, en cuanto al establecimiento de las normas a seguir para llegar a la buena convivencia escolar. Las normas y soluciones a los conflictos eran decididas por parte del profesorado del centro. Este hecho nos obligaba a recordar constantemente la normativa del centro, siendo conscientes de que llega un momento en que el alumnado no responde como debería ya que la reiteración produce un clima de desgaste para todos y las normas dejan de surtir efecto.
La idea principal del Proyecto es hacer partícipe al global de nuestro alumnado de todas las cuestiones que podemos mejorar en nuestro centro para crear un ambiente que favorezca el buen desarrollo de la convivencia escolar. El alumnado también debe ser quien detecte las necesidades del centro, quien plantee respuestas a las mismas y se responsabilice de decidir aspectos relevantes del funcionamiento diario para solucionar ciertas cuestiones, sin que sea siempre necesaria la intervención del profesorado. En todo momento el profesorado acompañará y guiará al alumnado en este proceso.
¿CÓMO COMENZAMOS?
Lo primero que hicimos fue entregar una pequeña encuesta al alumnado que consistía en tres sencillas preguntas. ¿Crees que nuestro colegio puede mejorar? ¿Piensas que tú puedes hacer algo para que mejore? ¿te gustaría participar en el proyecto Por un cole mejor? Podemos decir que casi un 100 % del alumnado contestó positivas las tres cuestiones. Eso era un buen comienzo ya que el objetivo más importante, la participación directa del alumnado estaba garantizada.
En cada una de las aulas elegimos dos representantes que acudirían a las reuniones que se celebraban quincenalmente al principio y mensualmente más tarde y en las que se trataron todos los temas que engloba el Proyecto. La función de los representantes era la de dejar constancia escrita de todo lo hablado y trasladar la información de lo tratado en las reuniones al alumnado de su aula y viceversa, pues en cada una de las sesiones traían propuestas de sus compañeros y compañeras. De esta forma estamos seguros de que todas las personas tienen voz y voto.
Las primeras reuniones sirvieron para detectar lo que preocupaba a nuestros alumnos y alumnas y las posibles soluciones para mejorarlo. De ahí surgió un plan de actuación concreto en el que dividimos las tareas con el fin de hacer partícipes a todos y todas dentro de las posibilidades que les corresponde por la edad que tienen. De esta forma quedó establecido el siguiente plan.
- Los alumnos y alumnas de 1º de primaria se encargarían de controlar el material de juego en el recreo, supervisar su adecuada utilización, anotar las pérdidas, sacarlo y recogerlo al finalizar su uso. Además, llevaron a cabo una serie de fichas con propuestas de juego sin material.
- El alumnado de 2º, además de ayudar a los de 1º, se encargaba de vigilar el buen uso de los baños. En caso de que faltara jabón de manos o papel higiénico o secamanos avisaban a los docentes, … Además, hicieron una cartelería muy bonita decorada por ellos mismos en la que animaban a todos sus compañeros/as a cuidar de ese espacio en concreto.
- Los de 3º y 4º de primaria se encargan de lo que denominamos la ECOPANDILLA. Su labor principal consiste en procurar que los espacios del centro estén limpios y además fomentan el reciclaje de envases y papel. Elaboraron unos trípticos en los que explicaban la importancia de reciclar para el medio ambiente y los seres humanos y cada semana recogen los residuos de todo el centro y los depositan en los contenedores correspondientes.
- Los alumnos y alumnas de 5º y 6º, por ser el alumnado con más edad del centro y por tanto con más capacidad de diálogo y más herramientas para poder actuar, son los encargados de mediar en conflictos leves entre los alumnos y alumnas en los que no sea necesaria la intervención directa de un adulto. Para poder instaurar esta figura, recibieron una formación específica por parte de personal docente perteneciente al Centro de Formación del Profesorado y que es especialista en temas de mediación entre alumnos/as. Los docentes también recibimos formación para poder guiar a nuestro alumnado en su labor.
DESARROLLO DEL PROYECTO
Estas funciones se dan a conocer entre el alumnado del centro y todos tienen asumido que dependiendo del curso en el que cada uno se encuentre, su función será diferente, pero siempre importante para la buena convivencia en el centro.
En las reuniones quincenales recogíamos toda clase de propuestas para llevar a cabo y en la medida de lo posible, las que eran viables se fueron realizando. Algunas de ellas son:
- Durante varias semanas trabajamos las diferentes formas y fórmulas de cortesía en las aulas. Cada semana era temática y así trabajamos: “la semana de los buenos días”, “la semana de por favor”, “la semana de gracias” … Según avanzaba el curso, las fórmulas aprendidas se quedaron incorporadas en nuestra rutina diaria.
- Una de las que más nos gusta es la de los MARTES MUSICALES. Todos los martes, a la hora del recreo se saca un altavoz y se pone música elegida durante la semana por los alumnos/as del centro en una lista elaborada por ellos.
- Otra de las actividades que se realizó también fue un concurso de coreografías que llevamos a cabo durante el mes de junio. Se hicieron varios grupos para realizar bailes con alumnos y alumnas de diferentes niveles. Hubo tiempo para ensayos y finalmente la competición con eliminatorias y fase final.
- El alumnado propuso la realización de torneos de diferentes deportes para realizar en el tiempo de recreo. Se organizaron con las actividades más votadas por ellos mismos.
- En otra ocasión, durante uno de los trimestres se organizó un campeonato de ajedrez que contó con una excelente acogida.
Es cierto que, desde que comenzó la pandemia, nuestro proyecto ha tenido que dar un giro y nos ha obligado a modificar las actividades tal y como las veníamos realizando. Pero confiamos en poder volver más temprano que tarde a nuestra normalidad y poder retomar estos aprendizajes tan importantes y algunas de las actividades que nos quedaron pendientes.
Este tipo de actividades son muy motivadoras para el alumnado porque, aunque son los verdaderos protagonistas de la vida del centro en su propio proceso de enseñanza-aprendizaje, en ocasiones, no lo sienten así hasta que no tiene una responsabilidad que va más allá de la individual y se hace colectiva. Consideramos que este tipo de aprendizajes tan significativos forman parte de un modelo educativo que prepara a nuestro alumnado para afrontar la vida.
Y es que nuestro lema es:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” Benjamin Franklin
JALON
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