UNO DE CADA CINCO JÓVENES CREE QUE LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES UN INVENTO IDEOLÓGICO

Ayer acudí a un encuentro con jóvenes que reflexionaban sobre cómo concienciar a la juventud del problema de la violencia de género. Por supuesto aquellos que acudieron eran jóvenes implicados e implicadas, con gran preocupación por este tema. Por medio de datos proyectados en una gran pantalla como el que ilustra el título de esta carta y cortometrajes se iban desgranando diferentes temas, el amor romántico, el control del móvil, la asertividad, la empatía, la autoestima, las violaciones, los y las influencer, la educación sexual, la educación en temas de violencia de género, etc, …

Los chicos jóvenes advertían que les daba miedo la palabra “feminismo”. Y es que el concepto de feminismo es uno de los que más se ha atacado, y no ahora, esto viene de lejos. Tan lejos como que este término se acuñó en tono de burla allá en el siglo XIX, el primero en usar ese término para designar a las mujeres que luchaban por sus derechos fue en realidad el escritor francés Alexandre Dumas hijo. En 1872, publica “El hombre-mujer”, en el que se burlaba: “Las feministas, perdón por el neologismo, dicen: todo lo malo viene del hecho de que no se quiere reconocer que la mujer es igual al varón, que hay que darle la misma educación y los mismos derechos que al varón”.

Feminismo significa Igualdad de derechos entre hombres y mujeres. ¿Pero quién puede estar en contra de la igualdad? La humanidad durante siglos ha perdido la mitad de la inteligencia colectiva. La sociedad patriarcal sigue atacando el término, si queremos avanzar en una sociedad más justa es imprescindible que demos a entender que feminismo es sinónimo de igualdad. 

Las jóvenes pedían vídeos y campañas mucho más explícitos, la necesidad de ver claramente que es la violencia de género; y sí las jóvenes son las que más denuncian es porque cada vez más saben distinguir lo que es la violencia de género, pero tras las estadísticas recientes todavía queda mucho por hacer. 

También reclamaban mayor formación en los colegios e institutos, saber detectar las señales los micromachismos que poco a poco van dejando su poso en la víctima, saber cómo ayudar a amigas que la sufren, a amigos que tienen malos comportamientos, etc.  Los y las jóvenes pueden ser “agentes de cambio”, no compartiendo fotos, memes, vídeos, etc. denigrantes para la mujer; y aquí la empatía lo es todo, igual que no pasarían estos documentos de sus hermanas, amigas, madres...; y es que todas somos hermanas, “hermana yo si te creo” y hermanos por supuesto. Además, reclamaban herramientas para saber qué hacer cuando la violencia de género se da en el seno de su familia.

La juventud actual se enfrenta a nuevos retos, ahora no tienen un espacio para el refugio, cuando vuelven a casa el mundo virtual está presente y la ciberviolencia entra en acción. Pero también hay luces para la esperanza el movimiento de “las nuevas masculinidades”, detectar los micromachismos, mayor formación, sensibilización y la coeducación.