YOMIS, NOCHES DE BARRA

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Olor a tabaco cosido a la piel

con hebras de cabello lacio y grasiento.

Alientos humeantes. Fétidos y estrechos

que rehúyen por costumbre el aire fresco.


Frases cortas e inconexas

entre repiques de hielo.

Palabras planas y deshechas

que raramente conforman pensamientos.


Mentes embebidas, sin sueño ni sueños.

Amasijos de tic y gestos

Que suelen esconder vulgares complejos.

Nadie parece feliz, nadie parece contento.


La larga noche se vence

sin alternativas, sin aspavientos,

y entre los vivos murientes

algunos huyen, esquivando el aburrimiento.


Beben, fuman, regatean al sexo,

todo mezclado, sin guiones ni conciertos.

Hoy tampoco vendrá el amor

y anulará su cita el talento.


La luna de cristal crece y mengua

en el fondo de los vasos,

y las fulgurantes colillas, alumbran

un oscuro cielo de zapatos.


Sombríos y alicaídos, dejan pasar el tiempo,

y éste, que no sabe de modos ni modas

se arrastra, entre taburetes y copas,

marcando con su candente hierro a los dóciles jumentos.



“Para ese amigo, que nos acogió y nos dio techo….tantas y tantas noches”

                                                                                                                                   El Residente.

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