¿TE FALTA TIEMPO?

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Benjamín Franklin nos dejó una frase lapidaria sobre la gestión del tiempo:

“¿Amas la vida? Pues si amas la vida no malgastes el tiempo, porque el tiempo es el bien del que está hecha la vida.”


¿Cuántas veces al día tienes la sensación de que te faltan horas? ¿A qué se debe esta percepción?

¿Tal vez a que queremos abarcar más que podemos? ¿A que no priorizamos debidamente? ¿O porque gastamos demasiado tiempo en preocuparnos por aquellas cosas que seguramente no llegarán a ocurrir jamás (el famoso “Y si…”)?


El Psicólogo Paul Fraisse asignó al tiempo dos dimensiones: una objetiva y otra subjetiva, que acortará o alargará la sensación del tiempo transcurrido según el grado de felicidad o disfrute que nos aporte la actividad que estemos realizando. Y en esta dimensión subjetiva es donde entran en juego las prioridades y las motivaciones… Las dos claves más importantes de la buena gestión de nuestro tiempo, si no queremos caer en el estrés y en esa sensación de “vivir como un pollo sin cabeza” …


Así que, si queremos gestionar bien el tiempo es imprescindible centrarnos, en primer lugar, en aprender a priorizar y en identificar nuestras motivaciones:


Para poder priorizar es necesario tener claro cuáles son nuestros objetivos principales, ya que consideraremos que a algo es importante darle prioridad según esos objetivos. Cuando no tenemos decididos los objetivos principales es muy posible que confundamos lo importante con lo urgente, hasta que lo importante se convierta en urgente y vayamos “apagando fuegos” todo el día.


Las motivaciones van cambiando a lo largo de nuestra vida y es imprescindible revisarlas de vez en cuando, tomando conciencia de cuáles han cambiado y de cuáles no. De esta forma, encontraremos metas que podremos alinear con nuestros objetivos y disfrutar de forma consciente de las actividades que las incluyen.


Pero aquí no termina la tarea, además de lo anterior es importante adquirir algunos hábitos:

1. Has listas de tareas pendientes.

2. Separa la urgentes de las importantes.

3. Dales un orden de prioridad.

4. Planifica tu tiempo de antemano en la agenta y deja siempre algún hueco para imprevistos.

5. Controla las distracciones para que no se conviertan en “ladrones de tiempo”.

6. No pospongas tareas porque sí. Con todo el tiempo que vas a estar pensando “tengo que hacerlo”, ¡ya lo habrías hecho!  

7. Aprende a decir “no” cuando quieras decir “no” ¡Es tu tiempo y tienes derecho a emplearlo en lo que tú quieras!

8. Tómate tu tiempo para descansar. Así rendirás más y será una inversión de tiempo muy rentable.

9. Si sientes la necesidad de hacer por hacer, reflexiona ¿Qué nivel de calidad y de estar presente quieres tener en tu vida? Busca en el equilibrio entre cantidad y calidad de experiencia. De este tema nos ocupamos en el artículo “Date prisa” en esta sección.

10. Si sientes la necesidad de estar siempre ocupado, es posible que no quieras ver algún conflicto interior y que “estés mirando para otro lado”.


La semana que viene nos ocuparemos de la necesidad de estar siempre ocupado… ¿Te sientes identificado?




Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.

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