DOSTOIEVSKI BAJO LA MIRADA DE LOS PENSADORES CONTEMPORÁNEOS EN ARIZA

Ayer se presentó en Ariza la tesina de Félix Enrique Mejía Jirón, que versa sobre Dostoievski bajo la mirada de diversos pensadores contemporáneos. En esta tarde calurosa, se agradece el fresco de la Iglesia de Santa María, donde tuvo lugar la charla por motivos de seguridad. El tema es arduo, ya que trata sobre temas como el sufrimiento y el dolor, pero según avanza la ponencia, la cabeza se pone en marcha y nos sorprendemos posicionados a favor o en contra de los postulados y descubriendo facetas en las que no habíamos reparado.

Al finalizar, conversamos con el autor.

Félix, ha comentado antes que es nicaragüense...

Sí, vine hace dos años para realizar mis estudios de Filosofía en la Universidad de Navarra. Ya tengo ganas de reunirme con la familia, porque no he regresado en todo este tiempo y además mi padre falleció estando yo aquí. Una parte importante de la tesina reflexiona sobre el sentido del dolor y el sufrimiento y en ese momento tuve ocasión de experimentarlo con el añadido de la separación de la familia, pero como he comentado, ese dolor nos tiene que dejar una enseñanza, nos tiene que llevar a una transformación y a mí me ayudó precisamente a superar esa muerte, estar estudiando este tema en ese momento. En unos días vuelvo a mi país y una vez allí, me pondré a disposición de mi obispo, quien seguramente me destine a enseñar en el seminario, pero estoy a su servicio donde Dios me lo pida.

¿Por qué Dostoievski? A priori parece un autor que pueda ser ajeno a la teología y a la filosofía...

Bueno, Dostoievski es un autor que hay que leer con mucha paciencia y a la vez contextualizando su obra, es una lectura muy intensa y profunda, aborda aspectos tanto psicológicos de sus personajes como filosóficos del mundo en el que viven y al final resulta muy interesante de descubrir.

Cuando el director me lo propuso, me costó bastante arrancar porque no estaba muy seguro cómo podía, desde la literatura, extraer una reflexión filosófica. No obstante, al revisar los autores que habían interpretado a Dostoievski desde la perspectiva filosófica, encontré material suficiente para mi investigación y terminé seleccionando dos filósofos: uno ruso, Berdiaev, que como Dostoievski vivió en el exilio y el italiano Pareyson, que conecta con Dostoievski porque como él, también entró en una crisis espiritual. Él estableció una suerte de diálogo con el escritor de Crimen y Castigo, en el que ambos autores llegan a confundirse, estableciendo finalmente la necesidad de que el Hombre encuentre a Dios a través del Amor. A estos dos filósofos agregué a Guardini por su enfoque teológico, ya que la Facultad donde he estudiado es Eclesiástica y nos piden esa interpretación desde la religión. Guardini además se identifica muchísimo con Dostoievski, él se vale de la Belleza para desarrollar la Salvación, a través del Amor y el Perdón.

En su tesina, se habla sobre el sentido del sufrimiento y el dolor, ¿qué podría decirnos sobre ello?

El dolor es intrínseco a las personas, al igual que la felicidad. Cuando sufrimos, hay una ausencia de bienestar y eso es difícil, a nadie le gusta. Pero el dolor por el dolor es inútil, no tiene sentido porque no conduce a nada. Para Dostoievski, el sufrimiento tiene que ser útil, tiene que dar un fruto, porque hasta en el dolor se puede encontrar la felicidad, como por ejemplo en la pandemia en la que vivimos, que en medio de tanto dolor aparece la esperanza de las vacunas. Si ese sufrimiento que no podemos eludir finalmente nos lleva a un cambio, entonces no es algo inútil, porque nos transformamos y renacemos como personas distintas, menos individualistas, más humildes y maduras. Es entonces cuando le podemos dar un sentido al sufrimiento y al dolor que tarde o temprano vamos a padecer.

¿Cuál es la situación actual en Nicaragua?

Nicaragua es uno de los países más pobres de América, la situación política y económica es bastante complicada y la Iglesia juega un papel fundamental dando esperanza a la gente, denunciando las injusticias y los atropellos que se cometen contra la gente. Creo que la Iglesia ahora está siendo un apoyo esencial para la gente y pedimos al Señor que las cosas mejoren.

¿Qué destacaría de los dos años que ha pasado en España?

Ha sido un período de aprendizaje y crecimiento en el que me he encontrado muchas personas buenas que han estado dispuestas a ofrecerme una mano sin conocerme. El hecho de ver otra realidad, otra cultura ha sido para mí una ocasión para darme cuenta que no hay que acomodarse, si no que hay que estar siempre dispuesto a ir donde se me necesite. Me voy muy satisfecho por la experiencia que he tenido y tengo muchas ganas de regresar a mi país y poder devolver a los demás parte de lo que he aprendido aquí.

Deseando un feliz retorno a Nicaragua, nos despedimos de Félix. Quizás este verano alguno de los numerosos asistentes a la exposición se anime a releer “Los hermanos Karamazov” o “Crimen y Castigo” con la atención que merecen y la paciencia que tan poco cultivamos en estos tiempos de inmediatez y brevedad, y reflexionar acerca de estos temas tan universales.