Una humilde mariquita en uno de sus erráticos vuelos se fue a posar en el hombro de uno de esos hombres, que los mismos hombres han dado en llamar por causa de su condición sexual, con el mismo nombre que al pequeño animal.
Una vez tomada conciencia de su lugar de aterrizaje, sintiéndose bien acogida y llenándose
de valor, se atrevió a preguntar alzando levemente su voz, la causa por la que sus congéneres
humanos bautizaron con el mismo sinónimo a los nobles coleópteros y a los confusos homínidos
de su especie.
El mariquita miró a la mariquita y con pausada pero segura voz, respondió:
Vosotras sois diminutas y graciosas,
nosotros grandes y gráciles.
Sin duda, quisieron comparar vuestro ligero vuelo
con nuestra distinción al caminar,
y el peculiar colorido y diseño de vuestras alas
con nuestro primoroso gusto en el vestir y calzar.
Aún así, respondió la mariquita, molesta:
Vosotros habéis confundido nuestro género para siempre
y nuestros hijos tienen que bajar las antenas
cuando se encuentran con otros escarabajos.
Que la maldición del gran ciervo volante caiga sobre vosotros
y vuestra improbable descendencia.
Dicho esto, se dispuso a reemprender el vuelo, pero unos cuidados y cuidadosos dedos
sujetaron con suavidad los coriáceos élitros, volviendo el caparazón del revés y, tras dejar
al descubierto las seis pequeñas patas del volcado y azarado animal, procedieron con
meticulosa delicadeza a despiezar ordenadamente los articulados artejos, convirtiendo en
cuestión de segundos al inquieto e insultante hexápodo, en un tranquilo y sosegado insecto.
Luego, con un fino alfiler traspasó su dura coraza y la solapa de su chaqueta, diseñando un
original broche.
Nuestro mariquita y nuestra mariquita unieron para siempre sus destinos y, durante
muchas primaveras, pasearon juntos causando encontradas sensaciones, admiración y
envidia entre los de la singular comunidad, confusión y bochorno entre los pertenecientes
a la afligida especie animal.
Pragmática apreciación:
“ La irreverente mariquita solo cuando perdió
las alas supo lo que era volar”
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