QUÉ MÁS DA

|

El residente


        Qué más da que haya uno o mil universos, con un numero de galaxias y de estrellas más allá de toda imaginación, en el fondo solo son piedras incandescentes o muertas, que dan vueltas y vueltas ciegamente sin sentido alguno.


         Qué más da que existan millones de planetas como el nuestro, si el llegar a cualquiera de ellos, después de viajar durante años a la velocidad de la luz, te encuentras con ciudades similares, llenas de policías y de gente feroz que se mata por un dios, por una patria, por una bandera.


         Qué más da que la iglesia te prometa la inmortalidad en el paraíso después de la resurrección de la carne, si vale con unos minutos de placer en brazos de la persona amada, para sentirte inmortal aquí en la tierra sin necesidad de morirte siquiera.


        Qué más da que el hombre se crea el rey de la creación, capaz de alcanzar la inteligencia artificial y de inventar los artefactos de destrucción más diabólicos y sofisticados, si un simple microbio, que aparentemente no es nada, puede acabar con la humanidad en unos días.


         Qué más da que la política de este país y de otros muchos se haya convertido en una pelea a cara de perro entre camorristas de derechas e incompetentes y confusos gobernantes de izquierdas, que continuamente te obligan a discutir con tus amigos, si basta con llamar al camarero y pedir otra ronda de cervezas para hablar de las cosas que realmente te interesan.


          Qué más da que digan los científicos que la vida es solo un conjunto de carbono, hidrogeno, oxígeno y nitrógeno con una pizca de azufre, combinados al azar sí, después de todo, esos elementos te conducen al disfrute inexplicable que provoca una uva garnacha madura explotando en la boca o te hacen estremecer con la lectura de un poema inédito o llorar escuchando una canción olvidada.


          Qué más da que nuestra felicidad sea la de nuestros hijos, aunque ellos no se percaten de ello.


          Y si al final aquellos sueños que tuviste de joven y que guardas con la esperanza de que alguien los lleve a cabo se reducen a jugar una partida de mus en el hogar del jubilado y a confundir la felicidad con un buen resultado del análisis de orina……. ya que más da.

Comentarios