El problema de la vivienda en el medio rural ha vuelto a ponerse sobre la mesa esta mañana en Buenos Días Alto Jalón, donde José Luis Cosío, CEO del proyecto Tú Repueblas, ha analizado los retos y urgencias del acceso a la vivienda en los pequeños municipios. Durante la entrevista realizada por Fran Álvarez, Cosío ha advertido con claridad: “Sin casas no hay vecinos y sin vecinos no hay vida”.
Tú Repueblas es una iniciativa pionera dedicada a revitalizar y repoblar las zonas rurales de nuestro país, fomentando una conexión profunda entre las personas que buscan un cambio de vida, los ayuntamientos que desean dar nueva vida a sus comunidades, las empresas que forman parte de la comunidad o bien dando sus servicios o con sus centros de trabajo sitos en dichos territorios, y las entidades sociales que conforman una red alrededor de los habitantes de dichas zonas.
Este proyecto representa un esfuerzo a largo plazo, con el objetivo de no solo ayudar a crecer a aquellos municipios que deseen aumentar su población, sino de hacerlo de una manera permanente, responsable y sostenible. Un reto que abordan con diferentes líneas de trabajo: por un lado, buscan los perfiles más adecuados para venirse a vivir a nuestros pueblos y por otro, ayudan al ayuntamiento a hacer que su pueblo sea aún más atractivo de lo que es ahora, fomentando la comunicación correcta de todo aquello que pasa y se vive en el pueblo que es desconocido por el público en general, y ayudando a realizar proyectos, eventos y actividades que dinamicen la vida en ese pueblo.
La conversación de esta mañana con el CEO de Tú Repueblas ha girado en torno a una cuestión tan sencilla como crucial: si no hay vivienda disponible en los pueblos, ¿cómo va a venir gente a vivir? Cosío ha recalcado que uno de los principales obstáculos es la ausencia de vivienda en alquiler: “Hay muchísima demanda, pero falta oferta, sobre todo en condiciones asequibles”. Cosío ha defendido con firmeza la necesidad de habilitar vivienda pública o social, “llámese como se llame, pero que esté disponible para quien quiera instalarse en el mundo rural”.
En su experiencia trabajando con municipios de toda España, Cosío ha detectado un patrón claro: numerosas casas vacías o en ruinas, muchas de ellas procedentes de herencias que permanecen bloqueadas legal o emocionalmente por sus propietarios. “Hace falta una labor informativa y de concienciación para liberar ese parque de viviendas cerrado”, ha señalado.
Además, ha criticado la complejidad y el coste de la rehabilitación de inmuebles, sumado a una “burocracia que asusta”, lo que hace prácticamente inviable que muchos ayuntamientos pequeños puedan actuar. “La creación de vivienda pública está pensada para las ciudades, pero no para los pueblos. Y eso es un error”, ha asegurado.
Uno de los momentos más destacados de la entrevista ha sido cuando Cosío ha ab0rdado frontalmente la idea de que la promoción de vivienda pública afecta negativamente al ahorro privado, argumento que trasladan algunos alcaldes para no apostar por vivienda municipal. “Si no generamos vivienda en alquiler, los pueblos se convertirán en municipios de fin de semana. No sé qué es peor: si perder el valor del ahorro o perder la comunidad”, ha sentenciado.
Cosío ha enlazado directamente la escasez de vivienda con la falta de mano de obra que sufren muchas empresas del medio rural. “Hay fábricas que quieren crecer, tienen empleo, pero no pueden atraer trabajadores porque no hay dónde alojarlos”, ha explicado. Según ha contado, hasta los programas de prácticas universitarias en el medio rural, como el Campus Rural, están viéndose frustrados por este motivo: “Tenemos casos de jóvenes que han tenido que renunciar a su beca porque no encontraron vivienda durante cuatro meses”.
En este contexto, ha puesto como ejemplo a la Junta de Extremadura, que puso en marcha una ayuda directa de hasta 450 euros mensuales en forma de pago por el alquiler para personas que se mudaran a municipios de menos de 5.000 habitantes. “Funcionó tan bien que se agotaron las plazas, y además se incentivó la rehabilitación de casas cerradas”, ha apuntado.
Sobre la implicación de las administraciones, Cosío ha pedido más apoyo a las diputaciones y comunidades autónomas, que a su juicio deben “mojarse” con recursos reales. También ha llamado a la responsabilidad ciudadana de aquellos que mantienen desde hace décadas casas cerradas en los pueblos: “Yo creo que hay que seguir haciendo una labor sobre todo de concienciación con la gente que dispone de esa vivienda que podría ayudar a que los servicios de los pueblos se mantengan".
No obstante, ha advertido que no hay soluciones únicas para todos los pueblos: “Cada municipio tiene su casuística. Hay que hacer un trabajo analítico, artesanal, como una labor de hormiga”.
Antes de despedirse, Cosío ha compartido un caso esperanzador: el del municipio malagueño de Montecorto, donde su alcaldesa decidió hace tres años comprar varios inmuebles para habilitar vivienda protegida de alquiler. “Están a punto de salir. Es una decisión valiente y necesaria”, ha afirmado.
La entrevista ha finalizado con un mensaje claro: el problema de la vivienda en el medio rural es urgente y requiere de actuaciones decididas, alejadas del mercado y centradas en el derecho a vivir dignamente también en los pueblos. “Llevamos décadas fortaleciendo las ciudades mientras dejamos que el mundo rural se apague. Ahora es momento de equilibrar la balanza”, ha concluido.
JALON
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