Estando en Alhama, disfrutando de sus aguas, encuentra unos documentos originales que ilustran hechos de la vida de Quevedo. Encuentra la partida de matrimonio y la de defunción de su mujer. (leer más)
“Antes para mi entierro venga el cura, que para desposarme”. Estas palabras pronunciadas por Francisco de Quevedo, dan una idea clara de la aversión que este gran escritor tenía hacia el matrimonio. Pero seguramente lo más estrafalario que hizo fue casarse el 26 de febrero de 1634, en el Palacio de Cetina, con Esperanza de Mendoza. (leer más)
Había nacido en el Alto Jalón, en un castillo que seguro os suena, el de Somaén, el 11 de abril de 1655. Su padre, Francisco, era el alcaide del castillo fortaleza de Somaén. Una de sus dos hermanas, Bernarda, nació en el castillo de Arcos el 19 de agosto de 1661. Esto último indicaría que el padre de nuestro conquistador, Francisco, fue alcaide en Somaén y Arcos. (leer más)
Todo parece indicar que la expresión vender duros a cuatro pesetas, se la debemos al pintor y dramaturgo catalán Santiago Rusiñol. Parece ser que el pintor decidió vender duros a cuatro pesetas, para demostrar la desconfianza de las gentes, en un extrafalario experimento social. (leer más)
En la Edad Media el alcaide era el responsable de la guardia y defensa de un castillo o fortaleza. Con el tiempo pasó a ser el director o responsable de una prisión, independientemente del tamaño de esta. (leer más)
Nuestro protagonista de hoy, José Antonio Conde, dejó claro que este pueblo soriano le marcó y marcaría la historia de su vida. Fue Conde arabista, historiador, miembro de la Real Academia, intérprete de José Napoleón I, (hermano de Napoleón), entre otras muchas cosas. (leer más)
Manuel, Bernarda y Cipriano Bailón tres hermanos, de siete, tres y dos años; Urbano Bailón, primo de los anteriores de cuatro años; los hermanos María, Alfonso y Josefa Cebolla, de cuatro meses, nueve meses, y dos años respectivamente; y Antonio Monreal, de siete años, y su hermana Marcelina, de dieciséis meses de edad. (leer más)
Las guerras sacan lo peor y lo mejor del ser humano, la barbarie frente a la compasión. No somos capaces, ni tan siquiera de asimilar esas familias con niños, que huyen, dejando su vida enterrada entre los escombros de las bombas. (leer más)
En Alhama ocurrió algo curioso: “un vecino, en una sima de agua, advirtió por espacio de ocho días grande ruido. Y que a poca distancia de dicha sima hay una peña que abrió el terremoto, y de ella sale una fuente, que destila una muñeca de agua”. El seísmo afectó a acuíferos, lagos y cursos de agua. (leer más)
Hacia 1903, Ambrona contaba con unos 60 vecinos, “todos pobres y desangrados por la usura”, según la prensa de la época. (leer más)
Cuando D. Pedro Escolano de Arrieta, nacido en Almaluez, presenta hacia 1789, las pruebas de nobleza para entrar en la Orden de Carlos III, se está embarcando en una empresa de gran envergadura. (Leer más)
El protagonista involuntario de la historia de hoy, D. Rodrigo Jiménez de Rada, murió ahogado en el río Ródano (Francia) el 10 de junio de 1247.” In Rhodano moritur” rezaba su epitafio en su tumba original. (leer más)
El Desastre de Annual fue un desastre con mayúsculas. Durante el verano de 1921, la Guerra con Marruecos se llevaba por delante casi 12.000 vidas solo en el contingente español, frente a los 800 del bando marroquí. (leer más)
Decía Guillermo Durand, obispo de la ciudad francesa de Mende, allá por el siglo XIII: “Si alguien muere súbitamente entregándose a juegos usuales como el de la bola o el de la pelota, puede enterrarse en el cementerio, porque no hace mal a nadie". (leer más)
El 8 de agosto de 1879, nacía en Santa María de Huerta, Emilia Millán, hija de Antonio y Bernarda. Dos días más tarde era bautizada por el cura de la localidad D. Juan García. Su vida transcurrió en este pueblo, donde se casó y tuvo a sus hijos. (leer más)
Andaba D. Jacinto en su farmacia de Medinaceli aquella fría mañana de invierno de 1934, cuando vio venir a Blas, del lugar de Yuba, cargado con una puerta. Blas ató, la caballería a la reja del edifico de la farmacia y descargó la puerta que llevaba. Al ver la escena Jacinto salió a saludarlo. (leer más)
Pedro IV, llamado el Ceremonioso o el del “Punyalet”, debido al puñal que solía llevar, fue un rey muy guerrero y eso trajo dramáticas consecuencias para nuestro Alto Jalón en las llamadas guerra de los Pedros. (leer más)
Seguramente los funcionarios de la aduana de Arcos, de haber existido Internet, hubieran reconocido de inmediato al harapiento personaje, que, de camino al Moncayo, llevaba la idea de construir una ermita. (Leer más)
Esta semana rendimos un pequeño homenaje, a una de esas localidades despobladas del Alto Jalón. Esos lugares que quedan en el recuerdo de sus gentes y que los mapas olvidan con facilidad. Descubrimos el lugar, con un viejo dicho popular, muy célebre por los pueblos de la cabecera de nuestro Jalón (leer más)
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