EL ALCAUDÓN COMÚN CAZA EN EL EMBALSE DE MONTEAGUDO DE LAS VICARÍAS

Lo bueno de repetir las visitas al pantano es que podemos descubrir aves nuevas que no se habían puesto a tiro de mi cámara antes. Y esto es lo que ocurrió el domingo pasado en mi zona favorita de avistamiento, los almendros del pantano.

En las ramas más altas de un almendro seco cantaba un pájaro el color rojizo de su cabeza destacaba. Allí estaba el alcaudón común.

Es unos de los tres alcaudones que podemos disfrutar, meridional, dorsirrojo y el común.

Es un ave migratoria que viaja entre Europa y Africa. Así durante la primavera y verano lo podemos disfrutar mientras que en otoño inicia el viaje hacia el Africa Subsahariana, a la zona del Sahel quedándose también en invierno.

Hay una característica que habla de su comportamiento. El pico del alcaudón común revela su naturaleza cazadora. Es fuerte, corto y ganchudo, similar al de las rapaces, lo que le permite capturar y desgarrar a sus presas con facilidad.

Tener el pico así le permite alimentarse de grandes insectos, pequeños reptiles como lagartijas y también aves. Las piezas que caza las suele ensartar en las espinas o ramas de los árboles. Esa será su despensa donde almacena la comida para comerla más tarde.

Su canto es otra de las características peculiares del alcaudon. Puede tener un efecto intimidante, especialmente cuando se encuentran amenazados. En esos casos, emite chasquidos ásperos y rápidos similares a los de la urraca. Como es un ave territorial con su canto protege su zona ante competidores o depredadores.

El alcaudón común hace sus nidos en los árboles o arbustos, pero a varios metros del suelo. Suele poner entre 4 a 6 huevos y es la hembra la responsable de incubar los huevos, mientras que el macho es el que la alimenta durante los 14 días que tardan en eclosionar.

Los polluelos pasan otros 14 días siendo alimentados por sus progenitores tras lo que empiezan a volar. A pesar de esto, no rompen el vínculo con sus padres ya que estos siguen alimentándolos durante unas semanas más. En este tiempo aprenden a cazar por sí mismos.

Su técnica de caza le hace posarse en las zonas altas para observar desde ahí los movimientos de los insectos y pequeños reptiles y asi poder lanzarse a por ellos. El vuelo es preciso y rápido para atrapar en el aire a los insectos. Con el pico sujeta firmemente a sus presas tras capturarlas y las lleva alas zonas espinosas donde las clava para comerlas más tarde.

Así que cuando estéis por los almendros y veáis aves con la cabeza roja preparando brochetas de insectos en las ramas altas, con toda seguridad que estaréis disfrutando del alcaudón común.