"TOCAR EN LA PROCESIÓN DE ARCOS ES SENTIRSE ARCOBRIGENSE DE LA UÑA A LA CABEZA"

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Miguel Ángel Romero (izquierda), tocando ayer con Sergio Gamboa (en frente) e Iván Gamboa (de espaldas)


En 2021 se cumplen dos años desde la última procesión de Viernes Santo en Arcos de Jalón. Tambores, bombos y cornetas no recorren por segundo año consecutivos las calles arcobrigenses, dejando huérfanos de ilusión a los cofrades, que esperan todo el año este momento para expresar una de sus pasiones. Miguel Ángel Romero es uno de los percusionistas, concretamente una de las "dos o tres cajas que dirigen al grupo", según nos comenta. 

"Julio Bodega fue quien me enseñó a tocar y al que le debo todo musicalmente hablando", nos explica Romero mientras prepara su túnica morada y blanca para salir a tocar a la calle un rato conmemorando el Viernes Santo pre pandemia. Tres vecinos de su zona, compañeros de cofradía, han decidido salir a tocar los tambores y el saxofón en el Viernes Santo para no dejar olvidar su pasión. Como Miguel Ángel nos comenta, "toco por puro sentimiento,porque por mis venas fluye percusión, tambor, bombo...". Y esa pasión se notó anoche, durante algo más de media hora, cuando los hermanos Iván y Sergio Gamboa, este último también al saxofón, se unieron a Miguel Ángel con los toques tradicionales de la procesión. "Tocar en la procesión de Arcos es sentirte arcobrigense desde la uña hasta la cabeza", nos comenta.

Este año han tenido también que tocar desde sus ventanas y balcones, como ya sucediera el año pasado, en la rompida de la hora. Romero nos cuenta sobre la noche del Jueves Santo en Arcos de Jalón que "rompiendo la hora en la plaza, el estar en medio de mis compañer@s dirigiendo y viendo a todo el mundo que se encuentra observando y escuchando el estruendo de la rompida...sientes algo dentro de ti que no se puede explicar... hay que sentirlo".

Tras la media hora de tambores y saxofón de ayer, donde no ha faltado el toque de una saeta, nos despedimos de Miguel Ángel evocando la sensación que se vive dentro de la cofradía tras terminar la procesión y la Semana Santa. El percusionista arcobrigense, que el año que viene cumplirá 25 años tocando los tambores comenta que "cuando terminamos de tocar y ves que todo ha salido bien es una sensación inexplicable... y todo es gracias a tod@s mis compañer@s que año tras año dan todo lo mejor de sí mismos para asombrar al pueblo de Arcos de Jalón y visitantes".






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