CONSIDERACIONES

|

Nosotros, como rebeldes marionetas, jugamos a cortar los hilos intentando representar una inédita y original función. Sólo conseguimos en la mayoría de los casos, imitar estereotipos continuamente, ensalzados por nuestro artificial entorno.


Aún es peor sí caemos en manos de los manipuladores de ideas, nuestra vanidad hace el resto, lo que fue dicho o hecho en el trascurso de los tiempos puede aparecer original o novedoso añadiendo un modismo actual o un adjetivo paradójico o impactante.


Se disfraza el egoísmo y se redefine la generosidad, nos conforman pobres reconocimientos y pasamos de ser muñecos sustentados por finas hebras a guiñoles que manipulamos nosotros mismos desde dentro a nuestro antojo, engañamos y por ende, nos engañamos.


Seamos el resultado de un Hacedor Universal o de la Azarosa Providencia, nos repetimos con frustrante asiduidad, pero basta que un minuto de reflexión nos sorprenda mirándonos nuestro singular ombligo para que todos y cada uno de nosotros sintamos que un ser extraordinario e irrepetible puebla por primera vez los confines de la Tierra.

Comentarios