UN NUEVO DESPRENDIMIENTO EN ALHAMA DE ARAGÓN OBLIGA A CORTAR LA CALLE DEL SOMERO

Un nuevo desprendimiento de rocas en la zona entre la calle Santiago Ramón y Cajal y la Calle del Barrio del Somero de Alhama de Aragón, ha provocado daños en un vehículo y obligado al Ayuntamiento a cortar al tránsito esta última por temor a que nuevos desprendimientos pudieran causar daños personales. El consistorio está estudiando fórmulas para asegurar el vallado de seguridad del cortado sobre el que se erige el Castillo alhameño. Unas soluciones que ya comenzaron a buscarse por parte del equipo de gobierno anterior cuando otro desprendimiento, aquel de mayores dimensiones, causó el pasado febrero daños en otro vehículo estacionado.

La calle del Barrio del Somero permanecerá de momento cerrada al tránsito y el aparcamiento ha sido prohibido en la Calle Santiago Ramón y Cajal para evitar nuevos daños en vehículos estacionados. El problema viene derivado de la necesidad de instalar una barrera de contención de mayores dimensiones, instalación que podría tener un presupuesto muy elevado, y necesidad que llega en un momento presupuestario complejo, por lo que el Ayuntamiento de Alhama de Aragón deberá buscar ayudas en instituciones supranacionales para solucionar esta situación. De hecho, ya en febrero, el por entonces alcalde, José María Castejón, entabló conversaciones con la DPZ en búsqueda de algún fondo de emergencias para poder costearla. 

Castejón aseguró por entonces que llevarían a cabo la instalación de una nueva maya de protección, aunque eso conllevase "tener que renunciar a alguna otra obra de los Planes Plus o hacer una modificación presupuestaria". Una solución que con la llegada, dos meses después, de las elecciones y la elección del nuevo equipo de gobierno, quedó en el aire y no se llegó a efectuar. Ahora, tras los nuevos desprendimientos, será el nuevo alcalde, Jesús Lozano, quien tendrá que encajar el rompecabezas de unas cuentas que ya han alcanzado el techo de gasto presupuestado para este ejercicio -a falta de dos meses para finalizar el año-, o esperar a futuras convocatorias de ayudas para ejecutar la obra.