MARCOS PASCUAL EL RUNNER E INSTAGRAMER ARIZANO QUE OPTA A LA BECA AL ESFUERZO SIMONRACK

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A algunos les suena por haberle visto entrenando entre los barrancos de Ariza, otros le siguen por Instagram, donde comparte sin filtros cómo es el día a día de alguien que, sin ser profesional, entrena como si lo fuera. Marcos Pascual es de esos que se toma en serio lo que ama, y en su caso, eso es correr. Pero no sólo eso: es correr por montaña, grabarse mientras lo hace, contar lo que aprende y, en el fondo, invitarte a que tú también te lo tomes en serio.


A veces, los caminos que llevan lejos empiezan por senderos conocidos. En el caso de Marcos, esos caminos son los que recorren los montes de Ariza, donde empezó a correr casi por casualidad.


“Ariza es mi pueblo, mi sitio. Siempre que puedo, vuelvo.”

Marcos tiene claro de dónde viene: “Mis padres son de Ariza, mi abuela vive allí, toda mi familia es de allí. Lo que no tengo es conexión con Madrid, realmente.” Aunque ahora el calendario le lleva de una carrera a otra, siempre que encuentra un hueco, hace las maletas y se planta en el pueblo. “De hecho, la semana que viene voy. No tengo carrera y toca desconectar un poco.”


Como decíamos, empezó corriendo por los montes de Ariza, sin dorsal y sin grandes pretensiones. Iba con amigos, con Rubio, con Óscar… “Fue cuando jugaba en el equipo del pueblo, la Unión Deportiva Ariza. En pretemporada nos íbamos a trotar por el monte. A mí no me gustaba mucho correr, la verdad.”


“Yo corría por obligación… hasta que un día me picó el gusanillo.”

La historia dio un giro justo antes de la pandemia. Alguien le regaló un dorsal para la San Silvestre Vallecana. “La medio corrí, pero el ambiente me gustó. Luego llegó el encierro, y después, cuando pudimos volver a salir, empecé a entrenar con cabeza, a leer sobre entrenamiento, y poco a poco fui metiéndome más en serio.” Sin grandes planes, sin calendario, pero con una curiosidad que se transformó en hábito.


“Ahora entreno todos los días, y algunos, dos veces.”

Hoy su vida gira en torno al deporte. Correr, bici, gimnasio… Todo enfocado al trail running. “Ya no es sólo entrenar, es cuidar lo que como, cómo descanso...” No lo dice con queja, sino con claridad. Sabe que cada decisión suma (o resta) en un camino donde cada gramo cuenta.


Una historia sin pose, que enganchó en redes sin buscarlo

Lo curioso es que mucha gente lo conoció a través de Instagram. “Yo siempre me he grabado, subía cosas, pero sólo me veían mis amigos. Un día grabé un vídeo diciendo que iba a empezar a entrenar como un élite, siendo un popular. Y se hizo viral.”


A día de hoy, su cuenta @soymarcis tiene casi 40.000 seguidores. Y aunque ahora las marcas le manden zapatillas “a casco porro”, como él dice, el tono sigue siendo el mismo: cercano, sin adornos y muy suyo. “Creo que funcionó porque no iba buscando ser influencer. Solo contaba lo que hacía, a mi manera.”


Ahora es finalista de la Beca al Esfuerzo de Simon Rack

Marcos es uno de los seleccionados para optar a la beca que entrega esta empresa aragonesa, valorada en 5.000 euros. Un dinero que, lejos de verse como un premio, él ya sabe en qué reinvertir. “Viajes para entrenar, competir, algo de material, una cámara de acción para grabarme… Cosas que ahora mismo no tengo, pero que me ayudarían a seguir haciendo lo que hago.”


El vídeo para apoyar su candidatura está fijado en su perfil de Instagram. “Hay que darle like, es así de fácil. Si se comparte, mejor, pero con un like ya es mucho.”





Corredor, creador de contenido y, sobre todo, alguien que se lo está currando

No se le sube a la cabeza. Ni las cifras, ni las marcas, ni el ruido. Cuando le preguntamos por qué cree que la gente conecta con lo que hace, lo tiene claro: “La gente nota cuando haces algo de verdad.” Quizá por eso este chico de Ariza, que corre como si le fuera la vida en ello, ha conseguido algo mucho más valioso que un podio: inspirar sin pretenderlo.


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