MANOLO KABEZABOLO Y LA TRANQUERA PROTAGONIZAN 'UN PAÍS PARA ESCUCHARLO' EN TVE

En el nuevo capítulo de "Un país para escucharlo", que se emitió este martes en La 2, Ariel Rot toma la Autovía del Nordeste, la A-2, entre Madrid y Zaragoza, para recalar en el Alto Jalón y conocer al mito del punk Manolo Kabezabolo. En un programa que comenzó y terminó con las espectaculares imágenes aéreas de La Tranquera y su entorno, el ex-Tequila entrevista al icono contra cultural de Carenas en la explanada del antiguo Bar Somet . "En los viajes se aprende que lo que no hacen los dioses, lo hacen los ingenieros", señala Rot al inicio del programa con las imágenes de la presa cardelina.

El programa, un viaje musical desde Madrid hasta Carenas en el que Rot toca con diferentes grupos y artistas, comienza, casi como anunciando que van a recalar en una zona rayana como el Alto Jalón, con la banda sonora de Héroes del Silencio y su canción 'Entre dos tierras'. Tras mostrar el magnífico entorno natural de La Tranquera en su entradilla, el capítulo comienza en el Parque Juan Carlos I, junto a la salida de la capital de España. Allí Rot se encuentra con un viejo amigo como Coque Malla. 

De camino a Carenas, en San Fernando de Henares, el guitarrista argentino recrea un mundo imperfecto junto al grupo Sidecars. La ruta continúa por un entorno inigualable como la Catedral de Justo, en Mejorada del Campo, con el indie rock psicodélico de Rufus T. Firefly, mientras que en la Plaza Mayor de Sigüenza se encuentra in situ a los representantes de dos generaciones de nuestro rock urbano: la joven banda alcarreña Volvoreta y el líder de Coz, Juan Márquez. 

Ariel Rot viaja a través del Alto Jalón para llegar a la Iglesia de San Pedro de los Francos, en Calatayud, con dos representantes de la siempre ferviente escuela del rap maño: Rapsusklei y Chata Flores, que hacen un genial preludio al momento culmen del programa, que llega por la A-2 y entrando desde la carretera de Alhama de Aragón a Nuévalos, para llegar a la presa del embalse de La Tranquera, junto al edificio abandonado del Bar Somet, un "paraje" donde Manolo Kabezabolo pasó, tal y como señala Rot "más de una noche salvaje".

Al lado de la presa del embalse de La Tranquera, "un lugar enigmático y desconcertante como nuestro ilustre invitado de hoy", tal y como reza Rot en su entradilla previa a la entrevista, el músico argentino conoce al altojalonero. "Anárquico, inspirado, irreverente, honesto y brutal", así define Ariel Rot al icono del Punk tras entrevistarlo y tocar con él una de sus canciones.

"Empecé con unos amigos en el pueblo de al lado", le cuenta Kabezabolo a Rot en su conversación sentados al borde de la presa. Allá por los albores de los años 90, Kabezabolo grabó una maqueta en un casette en casa del jarabeño Santi Ric de la que hicieron 200 copias. "Si te gusta, grábasela a tus colegas", ponía en la cinta, que corrió como la espuma entre la juventud de la zona. "La cosa era luchar contra las empresas que monopolizaban la música", explica Kabezabolo, a lo que Rot le bromea: "Fuiste un adelantado a Napster".

Y así llegó su primer disco, 'Ya era hora'. Un álbum de 22 canciones y 32 minutos de duración total. "No daba para más el vinilo", recuerda Kabezabolo de un disco en el que los temas, tal y como dice Rot, "son todo hits, como himnos o píldoras explosivas", o tal y como los define Manolo, "como los petazetas, que te explotan entre los dientes". Un disco con el que "la prensa me catalogó como un fenómeno social", rememora Manolo añadiendo que "vaya si lo fui, pero para fenómenos, los atmosféricos".

En su entrevista, de apenas unos minutos, el cardelino tiene tiempo de repasar la situación actual de la escena punk después de 40 años y cómo ha cambiado la vida en líneas generales desde entonces. "La tecnología nos ha derrotado, como dice la Polla Records", señala Manolo en una entrevista plagada de anécdotas, recordadas desde la distancia, de esas cuatro décadas en la escena Punk de nuestro país. Algo que refleja el documental recientemente nominado a los 25º Premios de la Música Aragonesa, 'Manolo Kabezabolo. Si todavía te quedan dientes, es que no estuviste ahí'. "Pensé, esta es la mía para quitarme mucha mierda que llevo dentro", explica Kabezabolo sobre el momento en que J. Alberto Andrés Lacarta le ofrece el proyecto.

Y así, Manolo y Ariel, Kabezabolo y Rot, se ponen a tocar a dúo sobre la presa de la Tranquera, en lo que fuera la explanada del Bar Somet, con solo los camiones de obra como público, pero con un escenario incomparable, del que se ha disfrutado los últimos veranos con conciertos y espectáculos en el agua de la mano de Le Piano Du Lac, y que pronto la Comarca Comunidad de Calatayud pretende convertir en un centro de recepción de visitantes y de alquiler de equipamientos para deportes acuáticos y de naturaleza."Cuando nos despedimos, nos dimos un abrazo y cada uno se fue por su lado", explica Rot, que continuará el martes que viene su viaje musical por nuestro país.

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