LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA PARA LOS RESIDENTES EN UN CENTRO DE MAYORES

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Residencia ariza


La familia sigue siendo el mayor soporte afectivo para las personas mayores que viven en las residencias. La familia es fundamental para que nuestros mayores se sientan bien tanto física como emocionalmente.


Por diversos motivos o circunstancias, las personas en un momento de nuestra vida necesitamos utilizar un recurso de alojamiento en el que podamos ser atendidos de una forma más especializada e intensa de lo que puede hacerse en el propio domicilio o en el entorno familiar.


La toma de decisión de la Institucionalización a pesar de las necesidades que  presente la persona mayor es complicadísima. Cuando la persona mayor ingresa en la residencia, sus familiares suelen presentar sentimientos ambivalentes, se mezclan la culpa, la tristeza, la rabia, incluso en ocasiones la soledad, así como una marcada inseguridad sobre la decisión tomada y sobre cómo su familiar va a ser atendido. 


Pues bien, después de un proceso de adaptación de la persona usuaria, las familias y el propio Centro es imprescindible que la familia se involucre de manera directa en el Plan de Cuidados. Junto al residente son los que mejor conocen su Historia de Vida. Principal apoyo a la hora de abordar cuidados y atenciones de cada uno de nuestros residentes.


Su papel ha cambiado pero sigue siendo cuidador desde una perspectiva diferente.

El residente disfruta con las visitas de sus familiares. Encuentros con sus hijos, nietos, hermanos, amigos…..No hay nada más satisfactorio para un anciano en una residencia que presentar a sus hij@s y niet@s a los demás compañeros y compañeras con los que convive fomentando la capacidad de relacionarse.


Estar en contacto permanente con sus seres queridos reduce el riesgo de depresión y el sentimiento falso de abandono que pueden llegar a sentir en ciertos momentos.


Compartir fotos, acontecimientos familiares, presentación de nuevos miembros de la familia, celebraciones, compartir comidas fuera del Centro son  actividades muy sencillas que les pueden causar efectos muy positivos de bienestar ya que implica un fortalecimiento del vínculo familiar en el que la persona mayor sigue sintiéndose parte importante de su  núcleo familiar.


Mejoran su salud mental. Las cuidadoras no podemos suplir a las familias por mucho corazón que pongamos en nuestro trabajo. Esa tristeza que se refleja muchas veces en nuestros “maravillos@s guerrer@s” es debido a la falta de visitas por parte de los seres que más quieren.


Actualmente, nuestros Centros están llenos de personas resilientes que han luchado por sobrevivir toda una vida pero que cuando acusan unas limitaciones por edad, se vuelven más vulnerables y sensibles teniendo como su mejor medicina el cariño de los suyos.


Desde la Residencia de Mayores de Ariza, nos encanta que las familias visiten a nuestros residentes. Visitas en las que se interactúe contando lo mejor que nos ha pasado durante esa semana, que se comparta tiempo y que se siga disfrutando de nuestros padres, madres, abuelos, abuelas. 


Todos deseamos lo mismo que, los residentes tengan calidad de vida con calidez y humanidad además de sentirse acompañados.


 Agradecer siempre a nuestras familias su ayuda y su comprensión. Presumimos de formar una FAMILIA NUMEROSA (22 años cuidando) en Fundación el Molino, con multitud de recuerdos que son el mejor regalo para seguir mejorando día a día.



Ana Rodríguez Betrián.

Dirección de Fundación el Molino. Residencia de Mayores de Ariza.

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