Llegamos al final de esta aventura en la que hemos descubierto muchos rinconcitos del Alto Jalón. En siguiendo el rastro hemos conseguido crear una gran familia junto a las alumnas y alumnos y las profes de los centros escolares del CRA El Jalón con los niños y niñas de Arcos, Monteagudo y Medinaceli y también con el CEIP Pablo Luna de Alhama de Aragón.
Ha sido un autentico placer conoceros a todos y todas y rastrear a vuestro lado. Espero que lo hayáis pasado bien recorriendo el Alto Jalón en busca de nuestra fauna y sobre todo que hayáis aprendido y que cuando salgáis a pasear por la naturaleza, seáis capaces de interpretarla y conocerla un poquito mejor.
La semana pasada nos íbamos de paseo por la ribera del rio Piedra en Nuévalos y encontrábamos unos rastros que habéis seguido muy bien y habéis conseguido descifrar. Un pequeño autillo es el ave que nos acompañaba desde las copas de los altos árboles. La rapaz nocturna más pequeñita de nuestro país que cuenta con un excelente camuflaje, tanto, que es muy muy complicado poder verlos. Os dejo una foto para que podáis ver como es.
Esta semana pasada hizo un calor que parecía que estábamos ya en pleno verano... y es que ya lo tenemos aquí... pronto estaremos de vacaciones y mojándonos el culete en las piscinas de nuestros pueblos.
El paseo de esta semana es el último que damos juntos hasta la próxima temporada, así que tenía que elegir bien el destino, que fuese un sitio especial, ya que es nuestra despedida. Pipo y Tina me miraban desde la sombra levantando una ceja mientras yo pensaba en voz alta...
No parecían tener muchas ganas de paseo con la que nos estaba cayendo encima, había más de 30 grados, ni una sola nube a la vista y un sol enorme y brillante que nos estaba friendo el coco.
Cogí la mochila y me fui con ellos a la sombra para repasar que no se me olvidase nada. Ya al verme con la mochila empezaron a mover el rabillo, pero no movieron ni un dedo. Me puse a revisar que no se me olvidaba nada; los prismáticos, las guías, la regla y la bolsa de basura, solo me faltaba llenar una botellita de agua, porque con este calor, no se puede salir a pasear sin agua.
Seguía sentada a la sombra con mis perretes pensando el lugar que íbamos a visitar en esta última ruta, no se me ocurría nada... y de pronto, se me encendió la bombilla. Pegué un salto y me fui hacia el coche. Pipo y Tina llegaron antes que yo a la puerta, salieron como un cohete mientras iban ladrando de alegría. el calor les da perecilla, pero siempre están dispuestos a irse de paseo.
Abrí la puerta para que se montasen, dejé la mochila en el asiento de atrás y nos pusimos los cinturones para ir a hacer la que será nuestra última ruta de la temporada.
No os he dicho todavía a donde nos dirigíamos, íbamos a ir a visitar un lugar del que yo tengo recuerdos de cuando era pequeña, porque en el cole nos llevaban de visita y no he vuelto a ir. Recuerdo que nos llevaban a Medinaceli a ver sus mosaicos y el arco romano, en ese mismo viaje nos enseñaban la piscifactoría que hay cerca de Salinas, nos llevaban también a ver el nacimiento del rio Jalón, bueno, uno de los nacimientos, porque ahí hay un poco de debate de si nace en Benamira o Esteras. A nosotros nos llevaban al de Esteras, pero no vamos a ir a ninguno de estos sitios.
Vamos a irnos hasta Ambrona, ¿lo conocéis? Ambrona es un pueblo que pertenece a Medinaceli y que está muy cerquita de la villa. Allí se encontraron restos de mamut y se pueden ver las excavaciones donde están los huesos y los grandes colmillos de estos animales. ¿Sabéis lo que es un mamut no? Es como un elefante pero muchísimo más grande y con unos grandes colmillos. Los mamuts se extinguieron hace más de 3700 años y ahora quedan sus primos hermanos los elefantes.
Cruzamos el pueblo, y llegamos a la zona donde se encuentran las excavaciones que están cerradas dentro de unas salas para protegerlas de la climatología y para que la gente pueda ir a visitarlas. Si lo pensáis bien estás excavaciones nos han descubierto un rastro, en este caso de hace miles de años. Haber descubierto estos huesos, nos indica que hace 3700 años aquí habitaban mamuts.
Aparcamos el coche en la zona de parking que hay y les abrí corriendo la puerta a Pipo y a Tina ya que hacia muchísimo calor. Enseguida se bajaron del coche y se pusieron a corretear. Mientras ellos olisqueaban por ahí, yo entré a ver el museo y las excavaciones. Era alucinante ver los huesos reales de algún mamut que vivió hace en algún momento de la historia en el Alto Jalón.
Iba paseando, leyendo todos los carteles informativos y de repente escuché que Pipo y Tina se ponían a ladrar como locos, además con un ladrido de enfado y salí corriendo a ver que estaba pasando...
Cuando llegué no pude evitar reírme. Parte de el museo, es un mamut a tamaño real de cartón piedra que hay en una colina. Estaban frente a él ladrándole como descosidos y con el rabo entre las piernas, vaya susto se debieron pegar los pobres. enseguida se dieron cuenta de que no hacía nada, pero aún así no se fiaban mucho y mantenían la distancia.
Después de la carrera que me había echado estaba muy acalorada, así que aproveché la sombra que daba el mamut y me senté apoyada en una de sus patas para descansar un poquito. Tina y Pipo empezaron a coger confianza con aquel gran mamut de mentira y se vinieron conmigo.
Tina se tumbó a mi lado y yo aproveché para usarla un poco de cojín y apoyé mi cabeza encima de ella y el pequeño Pipo se tumbó también a mi lado. Que paz se sentía, había un silencio absoluto... entre el sofoco que llevaba de la carrera, el calor que hacía y la tranquilidad que se respiraba debajo del mamut, nos debimos quedar dormidos.
De pronto... un fuerte sonido nos despertó.
Abrí los ojos y no podía creer lo que estaba viendo, aquel mamut había cobrado vida. Me froté los ojos varias veces, pero aquello era completamente real. Me levanté de un salto y Pipo y Tina se pusieron detrás de mí, tenían tanto miedo que no se atrevían ni a ladrar.
Debía ser un sueño, pero me di varios pellizcos y más que despertarme lo que conseguí fue hacerme un moratón. Alcé la vista y no solo había un mamut, había varios y de diferentes tamaños. Parecía una familia. Algunos estaban comiendo en la pradera y otros estaban en una gran charca de agua que había aparecido allí bañándose y bebiendo agua. No entendía nada... ¿Sería posible que al habernos apoyado en aquel mamut de mentira hubiésemos hecho un viaje en el tiempo? Era la única explicación que le encontraba a todo lo que estaba sucediendo...
Empezamos a andar hacia la zona de los museos y del parking, yo iba mirando hacia todos los lados, no había carreteras, no había molinos, no había tendidos eléctricos... no había nada relacionado con el hombre en nuestras proximidades. Empecé a asustarme y eché a correr hacia el coche. Pero allí no había rastro de coche, ni del parking y tampoco de los museos.
De hecho, justo donde estaba la excavación con los restos de los huesos, había un mamut muerto al que se estaban comiendo un montón de buitres . Lo único que tenía conmigo era a Pipo y a Tina y mi mochila. Estaba muy asustada, no tenía coche, el móvil no funcionaba y a mi alrededor solo había naturaleza, ni rastro de seres humanos.
A la vez que asustada estaba fascinada de todo lo que estaba viendo, no pude evitar acercarme a buitres para verlos de cerca, pero en una de esas uno me dio un susto y me caí al suelo... me levante como un muelle de rápido y me fui con Pipo y Tina que estaban siendo algo más prudentes que yo. A lo que me dí cuenta había perdido un pendiente, evidentemente no fui a recuperarlo...lo que si recogí fueron algunas plumas de los buitres que se les habían caído y las guardé en la mochila.
Busqué la zona más alta para subir y ver si conseguía divisar algún pueblo, si veía algún camino, o algún rastro de seres humanos, pero fue en vano. Solo veía una gran pradera llena de mamuts y los buitres comiéndose el cadáver de uno de ellos. La tarde estaba cayendo, así que decidimos buscar algún sitio resguardado, estábamos solos y no sabíamos en que época, ni los animales que podría haber. Los mamuts se que son herbívoros, así que no me daban miedo, pero tal vez hubiese lobos, linces u otros carnívoros grandes que nos pudiesen atacar durante la noche.
Nos pusimos a andar hacia una arboleda que se veía a lo lejos para buscar algo de refugio y mientras íbamos andando hacia ella, comencé a ver unas huellas que no me hicieron mucha gracia... Se veían claramente manos y pies de un animal que por el tamaño de las huellas debía ser muy grande, las huellas de sus pies podríamos decir que eran algo parecidas a las nuestras, a las de los seres humanos y las de las manos, marcaban unas largas uñas...
Cada vez había menos luz y todavía no habíamos encontrado un sitio seguro donde pasar la noche. Empezamos a entrar en la arboleda y a los pocos pasos nos encontramos una colmena de abejas en el suelo, estaba destrozada y evidentemente las abejas la habían abandonado, alrededor de ella había huellas como las que habíamos visto en el camino. A ese gran animal le debía gustar la miel...
Me puse a seguir las huellas, estaba un poco asustada pero a la vez estaba alucinando y con mucha curiosidad, fui detrás de ellas y a lo lejos, vi una cueva en la roca, pensé que tal vez sería un buen sitio donde pasar la noche, siempre y cuando no estuviese ya ocupada. Las huellas empezaron a desaparecer, lo que me encontré de lleno fue una marca de unas uñas en el tronco de un árbol. Se veía claramente que era un zarpazo y estaba muy alto. Me puse al lado y la marca estaba por encima de mi cabeza... Osea que debía ser un animal mucho mas grande y fuerte que yo.
Seguimos andando hasta la cueva, Pipo y Tina se negaban a entrar, así que me esperaron fuera mientras yo la inspeccionaba. Según entré me apestó un fuerte olor... buajjj que asco! Aquí huele a podrido. Y tanto que huele a podrido, había restos de peces muertos y de otros animales. Salí de allí corriendo, porque definitivamente esa cueva debía estar ocupada y no quería estar allí presente cuando volviese su dueño...
Yo ya tenía bastante claro quien andaba por ese bosque, no se vosotros. El caso es que dejé de hacerme la valiente y nos salimos de la arboleda, pensando que el sitio más seguro sería estando cerca de los mamuts, ningún depredador se iba a atrever a atacarles. Así que una vez se quedaron dormidos, Pipo Tina y yo, nos acercamos muy sigilosamente hacia ellos y nos recostamos en la pata de atrás de uno de ellos, que no se enteró de nuestra presencia.
Mientras pensaba en todo lo que estaba pasando, en como íbamos a volver a nuestro tiempo y a nuestra casa hice un repaso también de aquellos rastros que había visto. Unas huellas muy grandes tanto como las mías propias, huellas que marcaba manos y pies, por lo tanto es un animal que va a 4 patas. Las huellas sobre todo de las manos marcaban largas uñas, tal vez le sirvan para defenderse y también para escarbar en busca de alimento como larvas y gusanos E INCLUSO TREPAR...Aunque sea un animal de 4 patas, el arañazo que vi en el árbol me estaba indicando que es capaz de ponerse sobre las dos patas traseras y levantarse, como los humanos Y POR LA ALTURA A LA QUE estaba la marca en el árbol, era bastante más alto que yo. Sabemos que le gusta la miel, porque vimos una colmena destrozada en el suelo, pero no solo se debe alimentar de miel, porque en la cueva encontramos restos de pescado y carne, por lo tanto debe ser un animal obnivoro y se refugia en cuevas. Lo que no se deciros si es un animal que exista hoy en día o no... Tal vez se haya extinguido, o tal vez si que haya pero ya no habiten el Alto Jalón... Mientras pensaba en todo esto me entró el sueño y nos quedamos dormidos con los mamuts.
De pronto una voz me despertó, CHICAAA CHICAAA QUE HACES AHÍ . Abrí los ojos y de nuesvo estaba apoyada en aquella gran pata del mamut de cartón piedra, un señor desde la puerta del museo me hacia gestos. Uffff parece que todo había sido un sueño... pero había sido todo tan real que no sabía que pensar... Abrí la mochila para ver si el móvil funcionaba y parecía que si, todo había vuelto a la normalidad, debía haber sido un mal sueño ... y de pronto, sabéis que me encontré en la mochila? Las plumas de los buitres que se estaban comiendo al mamut.
Os espero con la última respuesta, la semana que viene aquí en Espíritu Animal Rural
Pipo y Tina también se despiden.
JALON
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