CONTRASTES

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El Residente


Algunas batallas memorables por su crueldad se han realizado en verdes prados, llenos de flores silvestres, bajo un sol primaveral, mientras en los árboles trinaban los pájaros. Si la matanza se realizaba en la jungla, simios de todas las clases ( la especie aparentemente más parecida a nosotros), sentados en las ramas con sus crías en brazos, contemplaban atónitos la carnicería que estaban realizando sus primos los humanos. Batallas navales memorables por la cantidad de sangre vertida, se desarrollaron sobre un mar en calma, mientras a su alrededor saltaban los delfines tratando de participar en la fiesta.


        Esa delgada e inescrutable línea entre la crueldad humana y la armonía de la naturaleza, estará presente también a lo largo del otoño que empieza. En las noches de invierno oiremos en los montes y en los medios los aullidos de las alimañas, pero sobre ellas y ellos caerá el agua, la nieve pura y silenciosa; del mismo modo que la estupidez humana no logrará detener las guerras, tampoco lo hará con la subida de la savia por los troncos dormidos cuando llegue la Candelaria, las redes no deberían condicionar nuestras vidas y deberíamos saber fijar los límites.


          Y al final, queramos o no, vendrá otra primavera y los geranios en los balcones tendrán el mismo color de la sangre que emiten diariamente los telediarios. Si la naturaleza abre sus entrañas y se traga una ciudad entera, o son los misiles israelíes o rusos los que lo hacen, lo mismo da, sobre los escombros, antes de que se pongan en pie los rascacielos y las antenas, se levantaran primero los mercadillos, las forjas y las fondas y, cada día según pasa el tiempo y aumentan los puestos, ira creciendo la vida entre el griterío y la algarabía de artesanos y tenderos.


        Con el solsticio de invierno la luz va abriendo día a día el compás, y dentro de ese cono luminoso en el que estamos condenados a bailar, ¿a cuantos idiotas tendremos que soportar? ¿cuant0s muertos habrá en Gaza y Ucrania?...... a nadie le parece importar.


         La muerte, la vida, el fracaso y la gloria se las llevará el viento hasta el corazón del verano y…..sin darte cuenta volverá un nuevo otoño, seguiremos cruzando líneas sin conocer los límites ……y día a día, algunos disfrutaremos de la dicha de sobrevivir al milagro de estar vivo.


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