La Navidad volvió a cobrar vida ayer en Ariza, donde el XIII Belén Viviente, organizado por la Asociación Cultural e Histórica de la Villa de Ariza (ACEHVA), regaló a vecinos y visitantes una experiencia llena de tradición, creatividad y espíritu navideño. La emblemática antigua plaza de toros del municipio se convirtió una vez más en el escenario de una jornada que combinó solidaridad, gastronomía y el arte de revivir la historia.
Desde las 12:00 del mediodía, el recinto comenzó a llenarse de familias, curiosos y entusiastas de la Navidad, todos ellos atraídos por el animado mercadillo navideño solidario. Asociaciones locales desplegaron puestos llenos de productos artesanales y deliciosos dulces, cuya venta tenía un fin benéfico: apoyar los proyectos comunitarios de Ariza. Entre risas y compras, el mercadillo se convirtió en el punto de encuentro para vecinos y visitantes de toda la comarca.
A las 12:30, la apertura oficial del Belén Viviente dejó a los asistentes sin palabras. Este año, la representación destacó por la restauración completa del castillo, que lució majestuoso bajo el cielo invernal, y por los nuevos trajes de algunos de los personajes. Cada detalle fue cuidado al máximo, desde los personajes que interactuaban con el público hasta la recreación de los oficios de la época, como el herrero o el panadero.
A las 13:30, el aroma de las tradicionales migas de Navidad impregnó el ambiente, atrayendo a los asistentes al área gastronómica. Preparadas por manos expertas, las migas se convirtieron en el momento perfecto para compartir historias y combatir el frío.
Por la tarde, los más pequeños (y no tan pequeños) disfrutaron del taller de oficios tradicionales, que permitió a muchos descubrir las técnicas de labranza y artesanía que definieron épocas pasadas. La actividad fue tan entretenida como educativa, destacando una vez más la apuesta de ACEHVA por mantener viva la memoria histórica.
El punto culminante llegó a las 17:30, cuando la plaza de toros se llenó de expectación para presenciar la representación del Belén Viviente. Con una puesta en escena que transportó a los asistentes a Belén hace más de dos mil años, los voluntarios dieron vida a María, José, los Reyes Magos, El Ángel y demás personajes bíblicos con una mezcla de emoción y autenticidad.
Los juegos de luces, la música y la implicación de todo el pueblo hicieron de esta representación una experiencia única, que dejó a más de uno con los ojos brillantes y el corazón lleno de espíritu navideño.
Un éxito que une al pueblo
El XIII Belén Viviente de Ariza fue, una vez más, un reflejo del trabajo comunitario y el amor por las tradiciones. La jornada no solo fortaleció los lazos entre los vecinos, sino que también atrajo a visitantes de localidades vecinas, consolidando a Ariza como un referente navideño en el Alto Jalón.
Fotografías: Miguel Ángel Álvarez
JALON
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