DEMOCRACIA

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El Residente


      La democracia tal y como hoy se vive, ya no parece ser un baluarte por el que valga la pena partirse el pecho. Notando la deriva que toma el mundo, que lideres   son elegidos democráticamente y la catadura moral de algunos (que no son precisamente representantes de repúblicas bananeras).


      Solo hay que ver como pierden algunos cuando las urnas no les sonríen y como ensalzan el sistema cuando les favorecen. Resulta muy deprimente la política y los políticos actuales y, no lo digo solo por personajes como Orban, Trump, Ortega, Meloni, Putin, Bolsonaro, Milei o Maduro, para estos su prioridad es lograr o mantener el poder, la democracia es un adorno.


     Si recordamos las ultimas y las anteriores elecciones estadounidenses y, la forma en que unos y otros aceptan la derrota, comprobamos que lo mismo paso en Brasil, en Venezuela o con la multitud de parodias seudodemocráticas que se escenifican por el resto del mundo( Rusia, Afganistán, Irán, Cuba, países africanos, etc. etc. etc.). para ellos las urnas son la coartada para bendecir sus autocracias y sus intereses personales, su propósito principal es barnizar sus verdaderas intenciones, perpetuarse o alcanzar el poder.


    Para conseguir sus metas en el duelo democrático vale todo, transmitir bulos es una técnica generalizada hoy en día, a nadie parece importarle que se mienta, ni que la honestidad y al honorabilidad sean premisas necesarias en los representantes de la clase política. A la mayoría de la gente no parece importarle repetir mentiras, si estas son las que se ajustan a sus deseos.

     La democracia en política tiene sentido cuando sirve para adoptar las medidas más beneficiosas para la mayoría de los ciudadanos, tanto si te votan como si no.


   Los resultados de las urnas se cuestionan demasiadas veces por el perdedor o, no las consideran limpias o, directamente no se acepta su dictamen y en demasiadas ocasiones acaban pidiendo ayudas a los armados uniformados o a los vándalos desalmados.


      La realidad es que en muchos países la palabra democracia no tiene cabida, ni sentido y en otros muchos, solo la usan como un eslogan para limpiarse ante la opinión pública mundial, pero no creen en lo que significa y sobre todo olvidan a quienes representan.


     O sea que demasiadas veces es un teatrillo que se representa y se ofrece a pueblos que no gozan de libertad, ni igualdad, por lo que no saben que votan, solo conocen a alguien , unas veces impuesto y otras propuesto por los poderes económicos del momento, eso sí, suelen contar con la ayuda militar suficiente por si los resultados no son los apetecidos.


     Las votaciones esperpénticas promovidas por los EE. UU. en Afganistán, los ridículos plebiscitos rusos , las parodias cubanas o nicaragüenses.


     Una votación democrática necesita pluralidad de ideas, igualdad de género y siempre libertad. Para eso además de urnas y papeletas hacen falta personas con ideas y con espíritu de servicio, programas distintos y viables, educación social y algo de cultura política.


     Todo lo que se hace de una manera prematura y casi siempre dirigido en nombre de la democracia, suele esconder intenciones espurias, ya sea, sentar o mantener a un testaferro con fines comerciales o geopolíticos por potencias extranjeras, o en el peor de los casos, tratar de dignificar las ansias de poder de algún aspirante a dictador…..se empobrece y ensucia la palabra democracia y se convierte en una farsa, un engañabobos.


      Por desgracia estos títeres de una y otra índole, como demuestra cada vez más a menudo la historia reciente, proliferan por los distintos continentes. Estas democracias malparidas, si llegan a establecerse, suelen terminar, con el elegido y los favorecidos aferrándose al poder y ,con sus votantes en el mismo sitio y con los mismos problemas con que comenzaron su andadura democrática.


     las democracias más antiguas y consolidadas del mundo hoy en día sufren las mordeduras de la desinformación y el desafecto de los más jóvenes y desfavorecidos…..sucesivos engaños con las políticas propuestas, redes llenas de bulos, mentiras y decepciones de los aclamados lideres, promesas incumplidas con la vivienda y el acceso al trabajo, sobre todo con los jóvenes.


      En estas democracias plenamente establecidas, conseguir que vote un 60% del censo se considera un éxito….. yo creo que es un estrepitoso fracaso, algunos de nuestros eminentes políticos deberían darle una vuelta a esto, cuando hay tantos, yo diría que demasiados, a los que, no parece importarles cual sea el resultado.


          P.D: La democracia nunca tuvo la culpa, y aunque algunos la menosprecien y maltraten, es algo, por lo que vale la pena pelear.

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