"EN MI GRUPO DEDICADO A LA INVESTIGACIÓN DE ZOONOSIS BACTERIANAS SOMOS MAYORÍA DE MUJERES"

El pasado 11 de febrero se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el objetivo de visibilizar el papel de éstas en el desarrollo científico. Hoy publicamos la segunda de una serie de entrevistas a mujeres del Alto Jalón que desarrollan su vida laboral en diferentes campos de la investigación científica.

Conversamos con Mª Jesús de Miguel López -Chus- sobre su trabajo y su experiencia como investigadora.

P- Chus, háblame de tus orígenes: eres de Ariza, ¿verdad?

R- Sí, yo nací en Ariza. Viví allí hasta los 18 años e incluso sigo empadronada en Ariza, aunque mis padres - Jesús y Escolástica - eran de Monteagudo de las Vicarías, de allí se fueron a vivir a Ariza para trabajar y formar una familia.

P- ¿Cuál es tu ámbito de trabajo? ¿A qué te dedicas actualmente?

R- Soy veterinaria y me dedico a la investigación en sanidad animal en el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) del Gobierno de Aragón. Trabajo desarrollando vacunas que protejan a los animales de enfermedades que pueden transmitir al ser humano.

P- Como, por ejemplo, el virus del covid-19...

R- Eso es, precisamente por la experiencia de nuestro grupo en este ámbito, nos hemos encargado de la puesta a punto de la detección de covid en las aguas residuales de 24 estaciones depuradoras repartidas por todo Aragón y el estudio de la correlación de su presencia en aguas residuales y los casos diagnosticados en poblaciones humanas.

P- Debido a la pandemia, la sociedad ha puesto sus ojos sobre la comunidad científica, pero ¿qué supone dedicarse a la investigación en España?

R- Para mí, supone tener la suerte de poder dedicarte a algo que te gusta y que da grandes satisfacciones y aunque el reconocimiento se quede en tu ámbito local de trabajo, sabes que, siempre, un grano hace montaña y contribuyes a que la sociedad y en mi caso, el mundo rural, vaya mejorando día a día, paso a paso.

P- ¿Te has encontrado con más dificultades por ser mujer en tu entorno y en el campo de la ciencia y la investigación?

R- La verdad es que no, de hecho, en mi grupo dedicado a la investigación en Zoonosis bacterianas, somos mayoría de mujeres. El problema para investigar siempre es el mismo: la financiación. Y la que se dedica a la ciencia siempre es escasa, seas hombre o mujer.

Yo personalmente nunca me he sentido menos reconocida por ser mujer. Creo que la falta de reconocimiento de la ciencia no va ligada al género, sino a la situación social y política en que nos toca vivir.

P- El hecho de crecer en un pueblo, tu relación con el mundo rural, ¿ha influido en tu carrera?

R- Totalmente. Mi vocación por los animales y su cuidado viene de cuando era niña y vivía en mi pueblo. Me dio la posibilidad de tener una visión real de lo que era criarlos y cuidarlos para generar vida, economía y salud.

P- ¿Crees que tu trabajo podría realizarse en el entorno rural?

R- Sí, realmente mi centro de trabajo está en el medio rural, aunque cerca de Zaragoza.

P- ¿Crees que las niñas tienen actualmente suficientes referentes femeninos en todos los ámbitos laborales?

R- Creo que niñas y las mujeres buscan sus referencias de múltiples formas y hoy gracias a toda la información que tienen a su alcance, pueden conocer la ciencia en sus múltiples facetas más fácilmente que hace unos años... Pero hay que despertarle desde casa, el cole y la sociedad, la curiosidad, el interés y la creencia de que la ciencia es uno de los pilares que nos hace avanzar día a día... y que no solo de fútbol, youtubers y ticktockers vive el hombre.

Pero quizás la ciencia se vea como algo lejano...

La ciencia está al alcance de todas. Puede ser un arte, un trabajo rutinario, un mundo de magia, un papeleo sin fin... pero la chispa siempre está ahí. Y nos tenemos que dar la oportunidad de crearla para hacer del mundo un lugar mejor en el que dé gusto vivir.

Hay que ser optimista a la vez que realista, añade, y si te gusta lo que haces es más fácil.

Con esta última reflexión nos despedimos de Chus. Y me quedo pensando en las vueltas que da la vida, quién le iba a decir a aquella niña que jugaba en Ariza, que años después estaría trabajando para proteger a las ovejas que pastan por nuestros montes, de enfermedades que ni siquiera sabía que existían.