Dentro del programa de actos en honor a San Marcial, patrón de Ariza, la jornada de ayer ofreció a vecinos y vecinas una experiencia cultural muy distinta, emotiva y vibrante. El grupo de Baile Guadalajara protagonizó una tarde memorable con dos actuaciones que unieron arte, emoción y comunidad en torno a la danza.
La primera parada fue en la Residencia de Mayores de la Fundación El Molino, donde los artistas ofrecieron una actuación adaptada al entorno para que los residentes pudieran disfrutar, sin necesidad de desplazarse, del espectáculo festivo. "Gracias por hacernos partícipes de esta actividad y trasladarla al hogar de nuestros mayores adelantando la actuación", expresó emocionada Ana Rodríguez, directora del centro, quien también tuvo palabras de especial gratitud para José Pablo y Gloria, dos integrantes del grupo con raíces arizanas: “Mil gracias por vuestro compromiso y por llevar vuestro arte de vuelta a casa”.
Tras la actuación en la residencia, el grupo se trasladó hasta la plaza del Hortal, donde un numeroso público se congregó para disfrutar de una tarde de baile al aire libre. Ritmo, color y talento se entrelazaron en un espectáculo que despertó ovaciones y sonrisas entre los asistentes. La tarde, marcada por la danza y la cercanía, se convirtió en uno de los momentos más entrañables de esta edición de las fiestas de San Marcial. Un recuerdo más que se suma al alma festiva de Ariza, donde la cultura sigue encontrando espacio en cada rincón y para todas las edades.
JALON
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