ESTE SERÁ EL SEGUNDO AÑO SIN LAS CHAPAS DE SALINAS DE MEDINACELI

Pascual Serrano tiene 62 años y es de Salinas de Medinaceli. Desde hace "unos 25 años" es el 

'baratero' de las chapas, una tradición que recuerda el momento en el que los soldados romanos se jugaron la Túnica Sagrada de Jesucristo a cara o cruz. A raíz de este evento surgió este juego ya con larga tradición en las fechas de pasión en Castilla y León y que en Salinas de Medinaceli se celebra coincidiendo con sus fiestas el primer fin de semana de mayo. Con la pandemia este va a ser el segundo año que no pueda llevarse a cabo estra tradición que, como nos explica Pascual, "se perdió durante la dictadura porque estaba prohibido, pero la recuperamos, aunque al principio con algo de miedo, pero la Guardia Civil hacía la vista gorda".

El papel de Pascual es el de "administrador del dinero de la persona que tira las chapas", como nos cuenta. Ataviado con un garrote, cede las chapas, dos monedas de 10 céntimos de la época de Alfonso XII, siendo el escudo los 'culos' y el perfil del rey las 'caras'.  El sistema de juego es bastante sencillo. El jugador que lanza las chapas apuesta una cantidad de dinero y decide si quiere “caras o culos”. Entonces, tira las monedas y si el resultado es favorable dobla beneficios, mientras que si es contrario pierde lo apostado. En el caso de que una salga cara y la otra cruz, tendría que volver a tirar. El siguiente paso es saber si el “mano” o jugador se juega todo lo ganado o solo la cantidad inicial, ya que está mal visto no dar opción de revancha a sus rivales. 

El lugar en el que se desarrolla el juego es conocido como el 'corro' ya que los jugadores se suelen colocar en círculo para rodear al lanzador de las monedas. Todo el proceso está organizado por el 'baratero' que, además de lanzar las monedas al aire para saber quién inicia el juego, se encarga de animar las apuestas y de cuidar el orden de la timba y el pago de las apuestas, de las que percibe un porcentaje. "Mi padre me contaba que hace unos 80 años se ganaba un dinerillo. Se hacía una subasta para quedarse con las chapas y el que la ganaba se llevaba lo que se sacaba en el juego", nos explica Pascual.

Según nos narra el baratero de Salinas de Medinaceli, "la tirada tiene que alcanzar cierta altura y caer en el círculo y si salen fuera es 'barajo'", lo que quiere decir que la tirada se anula. "Aquí somos muy serios y lo hacemos todo muy formal", nos dice Pascual que señala que "antes se jugaba bastante dinero y se sacaba suficiente para que la Comisión pagase las fiestas, pero ahora la gente joven no tiene dinero, solo hay que ver que hacen botellon... Les gusta pero no se pueden jugar mucho dinero".