EL CASTILLO DEL MIEDO -SOMAÉN 1884

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No debían andar muy bien las cosas en el castillo de Somaén a finales del siglo XV, cuando el Duque de Medinaceli propuso hacer una restauración a fondo de la fortaleza. Se encomienda la tarea a un gran arquitecto de la época, D. Lorenzo Vázquez de Segovia, considerado el introductor de la arquitectura renacentista en Castilla. No en vano, su paso por Italia marcaría su obra y fue el arquitecto de la familia Mendozantre destacando entre sus trabajos el Palacio del Duque de Medinaceli en Cogolludo, de finales del siglo XV.

Es de esperar que Lorenzo hiciera una buena obra en las castigadas estructuras del castillo. Pero las obras del hombre no duran para siempre. Casi 400 años más tarde, la fortaleza volvía a estar en unas condiciones penosas. El viernes 2 de mayo de 1884 se presentaba como un día más, animado por el nacimiento de un somaenero, Alejandro, hijo de Domingo Aguilar y Juliana Martínez. Y justo ese día, sobre las 7 de la tarde, el castillo dijo un figurativo “hasta aquí hemos llegado". Las crónicas describían el siniestro como sigue: “La mitad del castillo se desprendió, por el lado Norte. Arruinando 6 casas y haciendo sufrir deterioro en otras 10".

El susto y el miedo se apoderaron de la población, ya que “la parte Sur ha quedado en pie, pero infundiendo temores de que también se venga abajo". La parte Oeste quedó muy deteriorada y además, debemos tener en cuenta que había grandes piedras que podían caer sobre las casas.

Aunque no hubo que lamentar desgracias personales, la noticia se publicó en los principales diarios del país.

El ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, Eustaquio Casado, pidió auxilio al ministro de la Gobernación para atender las necesidades de los vecinos que perdieron sus casas y acabar con las labores de demolición aún pendientes, ya que el peligro aún era muy real para los vecinos del pueblo.

A principios de octubre de ese mismo año, se envía al arquitecto para hacer una valoración del ruinoso castillo. Vamos, en la línea habitual de la dejadez de las autoridades competentes ante un siniestro o situación de emergencia. Si el castillo ya infundía miedo a los somaeneros, el informe del arquitecto publicado el 17 de octubre de 1884 daba aún más miedo: “El estado ruinoso del castillo de Somaén, próximo a un hundimiento, el cual puede afectar hasta 45 casas. Se desalojan, si las autoridades lo creen conveniente y proponga al ayuntamiento que instruya el oportuno expediente para solicitar algún auxilio del fondo de calamidades públicas del Estado, para atender el desmonte de las casas y su nueva construcción en otro terreno".

Con fecha 17 de noviembre de 1884, se desestima otra instancia del Ayuntamiento de Somaén, solicitando 3500 pts. del fondo de calamidades con motivo del desprendimiento del castillo. Al final, los somaeneros sufrieron el miedo infundido por el propio castillo, el miedo del tremendo informe del arquitecto y el miedo a la incompetencia y dejadez gubernamental.

Aquella desgracia marcó a las gentes del pueblo. Aún recuerdo las conversaciones de Juana y Emilia, nacidas unos quince años después de la tragedia, preocupadas por el peligro que cayeran rocas sobre el cementerio. De esos recuerdos hace ya más de 40 años. Hoy, Somaén es visita obligada para los amantes de los sitios increíbles.

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