LA ESPAÑA DE LAS OPORTUNIDADES

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La presidenta Ayuso se ha apartado de la carrera por Génova y con ello, muchos medios titulan que renuncia, de momento, a pelear por ser presidenta del Gobierno. De lo que no se da cuenta nadie es de que pretende serlo de otra manera, que no es otra que la de convertir España en Madrid o Madrid en España, como quieras verlo. Su anuncio de "impedir por todos los medios" que el Gobierno saque las instituciones de Madrid para llevarlas a la España despoblada, no es otra cosa más que una declaración de intenciones, una muestra de querer seguir haciendo un Madrid que, tarde o temprano, concentre a más de la mitad de la población del país. Uno pensaría que esto la pondría en contra de toda la España que tiene vínculo con el mundo rural pero, oh sorpresa, casi la mitad de de vosotros expresásteis en redes, en nuestro Instagram, estar en desacuerdo con la medida anunciada por Pedro Sánchez... Nada que decir más que señalarlo y mostrar respeto por los que opináis diferente a mí.

Bueno sí, una cosa más. Esto es ir en contra de un mundo sostenible que podamos dejar a nuestros hijos. Va en contra de la forma de vivir de millones de españoles que no queremos sucumbir al atractivo de las luces de neón. Nos deberíamos unir entorno a esto para exigir representantes políticos más sensibles con nuestras necesidades y demandas. No nos pueden imponer una manera de vivir que nos da la espalda. Hasta aquí... esta semana miembros de la Celtiberia pedían en el Senado equiparar el sistema fiscal de la España despoblada al de Canarias. La situación no puede ser más semejante. Estamos aislados y la despoblación, como una gran colada de lava, ha dejado arrasados nuestros pueblos. En el Senado pedían también esta semana el alcalde de Monteagudo y el resto de los representantes de Los Pueblos más Bonitos de España, mejores infraestructuras y telecomunicaciones para favorecer la implantación de nuevos negocios. La mecanización del campo y la eliminación de servicios en favor de la concentración en grandes ciudades ha asolado durante 60 años la Celtiberia, de la que el Alto Jalón es el corazón ahora roto, pero en el pasado fue epicentro de la explosión de la civilización occidental.  ¿Estaremos también con esto en desacuerdo? 

España ya no se rompe por Cataluña y el País Vasco, sino por sus pueblos, a grietas enormes, provocando una brecha entre el centro y la periferia que nos deja hundidos al resto del país. Ni Sánchez, ni Ayuso, ni nadie, ha hecho nada por solucionar esto. Ya Adolfo Suárez hablaba de medidas contra la despoblación y se quedó en eso, palabras. Siempre el mismo cuento. Llega así este momento, en el que Europa designa y manda cantidades ingentes de dinero destinadas a llevarle la contraria a Ayuso en su empeño. Financiación para provocar un retorno de población a la España que llaman desde la ciudad "vaciada". Con los Fondos Europeos nos empiezan a poner el foco y jamás había habido tanta discursión por lo nuestro. Es el momento, ya que nos están mirando, de enseñar nuestras bondades. Dejemos de llamarnos vaciados y empecemos a llamarnos por nuestro nombre: La España de las Oportunidades.

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