JAVIER HERNÁNDEZ RUIZ: "EN LA CELTIBERIA NOS FALTA MARKETING Y EMPODERAMIENTO"

|

WhatsApp Image 2021 12 14 at 18.41.01


Javier Hernández Ruiz es el coordinador de la 'Guía Turística de la Celtiberia: Un país imaginado". El libro, editado por Prames, que está teniendo una gran acogida y se presentará el próximo día 20 de diciembre en La Central de Callao en Madrid, se conforma como una 'Biblia' de una región con una gran riqueza patrimonial, a la que la despoblación y el olvido institucional acechan y arrinconan. Mantenemos una conversación con él a través de Internet, la cual podéis ver íntegramente en la página de Facebook del periódico. Desde un pueblo del Alto Jalón, conectamos con otro de Madrid para comentar los motivos que le han llevado a emprender este proyecto, con el que pretende llegar no solo a posibles visitantes, sino "a todos los que os consideréis celtíberos de corazón, para crear una nueva mirada sobre nuestra tierra".

Activista comprometido con el mundo rural, miembro de la Asociación de Amigos de la Celtiberia, natural de Molinos de Duero (Pinares sorianos), ha vivido en pueblos de la Celtiberia riojana y zaragozana. "Siempre me he preguntado de dónde diablos era y me di cuenta de que lo que realmente soy es celtíbero, porque he nacido y vivido en estas tierras de la cordillera (Celt)Ibérica", asegura. Enamorado de todo lo que tiene que ver con la cultura celtíbera (en un sentido amplio que llega hasta hoy e integra también las tres culturas del Libro), reconoce rasgos propios y comunes en los habitantes de todo este "país inventado" , una zona de la que dice que "hemos perdido todos los trenes de la modernidad, pero eso nos ha permitido conservar un patrimonio cultural, histórico, artístico, etnográfico y de leyendas".


Descarga


"Tenemos un enorme potencial que hasta ahora no lo hemos estado sabiendo poner en valor suficientemente desde el punto de vista económico, cultural y turístico", advierte Javier indicando uno de los motivos de poner en marcha la creación de la Guía Turística de la Celtiberia. Para este profesor en ESIC, una de las escuelas de negocios más prestigiosas del país, el turismo es uno de los principales recursos para la dinamización económica de la España interior. Con la Guía, ha intentado, aplicando sus conocimientos sobre como poner en valor el patrimonio a nivel turístico, y contando con la ayuda de muchos colaboradores de todos los ámbitos, crear un storytelling, "un paraguas conceptual que una a la Celtiberia", nos dice. "Tenemos una marca muy potente y muy bonita, pero nos falta bastante marketing. Tenemos muy buenos fotogramas pero nos falta una película. En clave turística necesitábamos historias, relatos, una marca para esta zona, la más despoblada de la España interior. Precisábamos de ese relato conjunto que nos une para conformarlo como una unidad de cara al turismo y la visita patrimonial. En ese sentido hemos querido trabajar", nos cuenta Hernández.

La Guía de la Celtiberia no es solo un catálogo de lugares para los futuros visitantes, sino también "para todos aquellos nativos, que tienen que redescubrir la Celtiberia". Con el ejemplo de Lanzarote y el trabajo de César Manrique para empoderar la isla, Hernández nos explica que "hay un antes y un después de la labor de Manrique en Lanzarote. Antes era un sitio pobre, desangelado y perdido, pero a partir de esa nueva mirada, que lo conecta con el turismo, se ha planteado una nueva aproximación hacia esa tierra. Lo que era pobre empieza a ser mágico". 

Convencido de que "la cuestión es que seamos conscientes del enorme patrimonio eco cultural que tenemos en la Celtiberia", el profesor insiste en que "tenemos un territorio muy fascinante de cuya riqueza tenemos que tomar consciencia". La insistencia de Hernández en la propia percepción de los habitantes de la Celtiberia sobre su valor patrimonial la explica él mismo diciendo que "la soledad y la despoblación tienen un atractivo, pero corremos el peligro de abandonarnos a las tentaciones fáciles que nos proponen los aerogeneradores, las macrogranjas y los huertos solares, que pueden acabar con la gallina de los huevos de oro" y reivindica que "estas iniciativas además, no revierten lo suficiente en nuestros pueblos", poniendo el ejemplo del AVE Madrid-Barcelona del que "no percibimos nada. Los usuarios deberían pagar un euro por billete que revirtiera en los lugares por los que pasa".

"No somos un territorio tradicionalmente pobre", remarca Hernández, entusiasta del carácter "democrático y hasta cierto punto feminista para la época" que tenían nuestros antecesores. Como tierra de frontera "hemos sido importantes en culturas como la árabe o la romana. De hecho, éramos una tierra rica hasta el siglo XIX, y luego el franquismo y el nuevo régimen democrático nos han usado como mano de obra para la ciudad, denigrando la imagen del mundo rural para ello. El mito del paleto y de que en el pueblo se quedan los tontos ha hecho mucho daño", nos cuenta el profesor, que sin embargo indica con ilusión que "empezamos a sacar pecho de la identidad rural". 

Javier Hernández nos deja para despedirnos una reflexión en cuanto a la despoblación: "el gran problema no es la despoblación, sino el desarrollo. El horizonte no está en llenar los pueblos de gente, sino en promover más población cualitativa. El ciudadano del siglo XXI es un ciudadano errante, nómada. No hay que elegir entre ser urbano o rural. Debemos asegurarnos, eso sí, de tener buenas comunicaciones de Internet para que el trabajo se pueda hacer desde los pueblos. Es posible que gente quiera irse de la ciudad al campo, pero no hace falta que esté los 365 días en el pueblo. El ciudadano circular tiene un papel que va a ser fundamental en la revitalización de nuestros pueblos".

Comentarios

ARTÍCULO DEL DÍA