DESPEDIDA A GOYO MARTÍNEZ, EL PRIMER ALCALDE DE ARIZA EN LA DEMOCRACIA

A la redacción de El Alto Jalón ha llegado una semblanza de Goyo Martínez. Natural de Monteagudo de las Vicarías, dejó una profunda huella en Ariza, cuyo nombre paseó por el mundo con orgullo. El pasado jueves fue despedido con emoción y la autora de estas palabras, que ha preferido permanecer en el anonimato, nos las ha hecho llegar para hacer extensivo a toda la comarca el reconocimiento de un pueblo para uno de sus personajes más significativos de la historia reciente:

El día 24 de febrero, en Ariza despedimos a Gregorio Martínez Martínez.

Había nacido en Monteagudo de las Vicarías, lugar de origen de su familia, y donde le gustaba ir a menudo no faltando cada año al traslado de su Virgen de Bienvenida a la iglesia en sus fiestas patronales.

Después de realizar sus estudios de ingeniería y de contraer matrimonio con Isabel Cabrerizo, se instaló en Ariza. Durante el tiempo que residió en esta localidad colaboró activamente en la vida de este municipio:

- Siendo el primer alcalde democrático de Ariza,

- Dirigiendo la fábrica “Jabones Cabrerizo” hasta su cierre,

- Participando en labores parroquiales, académicas, sociales...

- Y sobre todo siendo un puntal en su familia, con sus amigos y compañeros y cercano a cualquier persona.

Los avatares de la vida le llevaron a cambiar su residencia a Zaragoza, aunque siempre cercano a sus pueblos del Alto Jalón. Allí, en Zaragoza, prosiguió con su vida laboral siendo, entre otras cosas, director del “Grupo Saphir Parfums”.

Persona profundamente religiosa era Caballero de la Real Hermandad de San Juan de la Peña y colaborador de organizaciones como Cáritas, Aldeas Infantiles, Cruz Roja, AECC...

Luchador nato no ha podido vencer a su enfermedad, nos ha dejado demasiado pronto.

Numerosas personas de Monteagudo, de Ariza, de pueblos de la zona, de Zaragoza y de otras localidades le han dado su último adiós en el que ha quedado patente el gran cariño que se le tenía.

Nuestro apoyo a su familia.

Goyo, descansa en paz. Siempre te estaremos agradecidos.