LAS PASADERAS DE ARCOS

Como dice Miguel Ríos “ Yo recuerdo aquel día que nos fuimos a bañar, aquel agua tan fría y tu forma de nadar”.

     Eran otros tiempos, el dinero no sobraba en las familias y llegado el verano con los calores rigurosos de Julio y Agosto los chavales que no podíamos pagarnos la piscina, buscábamos otras alternativas.

     Cierto es que los ríos llevaban más caudal o nosotros éramos demasiado pequeños, sea como fuese los lugares elegidos iban en función de donde vivieras, en concreto los amigos de la carretera de Maranchón escogimos la reguera del Molinar junto al frontón viejo del Lagar, luego nos desplazamos al río Jalón a las llamadas Pasaderas, teníamos que andar desde el Lagar camino a la Cerrada para bajar al Jalón por la fuente La Isabelana de agua súper fresca.

      Íbamos ataviados con el bañador y zapatillas viejas para meternos en el río y no sufrir cortes con palos o piedras del fondo, así como unos flotadores de cubiertas de camión o de tractor que desteñían pero eran una gozada, cogíamos hasta dos o tres dentro. Allí había que coger buen sitio pues coincidíamos en algunas ocasiones con chicos de la carretera, aprendimos a nadar y a bucear en las corrientes y en las pozas o remansos. En las fotos vemos a Juan Chaguaceda de pie, nadando vemos arriba a Juancar  y abajo Luis Mariano ambos mostrando sus habilidades sobre las aguas.

     También sufrimos las dolorosas picaduras de los malditos tábanos que defendían su hábitat. De regreso a casa siempre caía alguna guinda, cereza o ciruela que echarse a la boca de los huertos bien surtidos que había por el lugar.

     Los más osados se desplazaban a la presa del Molino en el Tejar donde en el canal cubría bastante y era óptimo para hacer largos, los atrevidos cruzaban la compuerta a buceo.

     Por estas fechas era típico en cualquier recodo del Jalón ver cuadrillas refrescándose y gozando de las frías aguas de nuestro querido río Jalón a los que denominaron con distintos nombres uno de ellos las mencionadas Pasaderas.-