QUÉ HACER TRAS EL INCENDIO FORESTAL DEL ALTO JALÓN

Después de ver arder la mitad de nuestra comarca y quedarnos destrozadas, a todas personas nos dan ganas de hacer lo que esté en nuestras manos para que nuestro territorio pueda volver a ser lo que era, que la vida vuelva a nuestros montes, con sus pinos, sus encinas, sus flores, sus animales, sus rebollones… y las personas que viven del campo puedan volver a mimar sus frutas, sus pastos, sus trufas…

La naturaleza está preparada para devolvernos todo aquello que el fuego le ha arrebatado, sobre todo en nuestro clima, el clima mediterráneo. Mientras los bomberos forestales se afanaban en apagar el fuego, los pinos ya estaban trabajando para devolver la vida, gracias al calor del propio incendio, las piñas se abrían y dispersaban sus piñones, dejándolos preparados para que las primaveras venideras puedan brotar, las encinas rebrotarán de sus troncos más gruesos o de sus cepas, las aliagas y romeros volverán a nacer…

El papel que podemos jugar las personas en este momento, es acelerar ese proceso, y lo primero y más importante que debemos hacer es proteger el suelo, si no tenemos suelo, ¿dónde van a crecer esas plantas, esos arbustos, esos árboles? Después de un incendio el suelo queda completamente desnudo, corriendo el riesgo de que llegue una lluvia fuerte y arrastre todas las cenizas ricas en nutrientes y necesarias para la regeneración del monte a nuestros ríos, el Monegrillo, el Manubles, el Henar y el Jalón, contaminándolos y eliminando la vida que albergan en sus cauces.

Según nos están advirtiendo los meteorólogos, el mar Mediterráneo está más caliente que nunca, lo que puede provocar una mayor evaporación y que si se juntan todas las variables, suframos lluvias torrenciales, lo peor que podría pasar a nuestro suelo desprotegido.

Para mitigar estos daños, podemos llevar a cabo, o exigir a las administraciones competentes, una serie de acciones hidrológico-forestales que es necesario realizarlas lo antes posible, antes de que lleguen esas lluvias tan esperadas. Estas acciones encaminadas a evitar el lavado de nutrientes y los procesos erosivos, y teniendo en cuenta las características de cada zona del incendio (pendiente, tipo de suelo, restos vegetación, vulnerabilidad ecológica, severidad del incendio…), serían:

1. Colocar los restos de vegetación en cordones de defensa siguiendo las curvas de nivel.   

2. Construcción de albarradas (muros de piedra), muros de mampostería en los cauces donde discurre el agua.    

Fuente: MITECO

3. Subsolar con el riper del bulldozer por las curvas de nivel en áreas de fuerte pendiente y sin vegetación.

4. Implantar una cubierta vegetal herbácea temporal, sembrando a voleo gramíneas y leguminosas.

5. Realización de acolchado (mulching) con paja.

Fuente: pontevedraviva.com

6. Limpieza y apertura de cunetas en caminos.

Otro tipo de actuaciones necesarias de manera urgente serían:

1. Apeo y desrame de biomasa quemada, facilitando la regeneración natural, disminuyendo la aparición de plagas y eliminando peligros sobre infraestructuras y redes viarias.

2. Desembosque de fustes quemados aprovechables.

3. Reparación y construcción de infraestructuras de prevención de incendios forestales.

4. Recuperación de hábitats de especies afectadas.

5. Construcción de puntos de agua para animales.

Todas estas acciones deben de realizarse de manera URGENTE, y una vez que hayamos cuidado y protegido el suelo, dentro de unos años podremos empezar con repoblaciones en las zonas que lo necesiten.

Sergio Enguita Raimundo

Ingeniero Técnico Forestal