LA DEFENSA DE EMBID

Embid de Ariza se encuentra en la frontera de dos antiguos reinos, la Corona de Aragón y la de Castilla. No cabe duda, que históricamente los puestos fronterizos han servido de vigilancia, defensa, aduana y en definitiva de control de los caminos que unían cada uno de los distintos reinos. En este capítulo intentaremos hacer un pequeño repaso a las fuentes documentales que nos ofrecen los archivos históricos y que nos sirven para hacer un relato sobre estas cuestiones e imaginar esta villa entre los siglos XIII y XV.

En el año 1200 el rey Pedro, tenía 23 años, lo era de la Corona de Aragón y algo no marchaba bien con su madre, disputas generadas por el recelo de Pedro por el hecho de que ella, la reina Sancha, tuviera posiciones en la frontera con Castilla, de manera que pudiera entrar y salir del reino castellano libremente. Reunidos en Ariza la madre y el hijo con Alfonso VIII de Castilla firman un convenio por el que Sancha daba a su hijo los castillos de Épila, Embid y la plaza de Ariza en la frontera castellana, aunque se empeñaría el de Embid poco después a Pedro Fernández, nieto de Alfonso VII que sería restituído por éste, señor de Teruel, a la corona de Aragón en agosto de 1208.¹

Seguidamente, Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, hijo de Pedro II casó con la infanta Leonor de Castilla, matrimonio que fue anulado por razones de parentesco, por ello en el año 1234 Jaime I daría a Leonor la villa y castillo de Ariza con todos sus términos, acuerdo a condición de que no se desposase de nuevo.

Al morir Jaime I en 1276 y tras su ascenso al Trono, Pedro III, contaba con una amplia experiencia política y guerrera, pues conocía bien sus reinos. Tras el regreso de Valencia debido a la sublevación mudéjar tuvo que solucionar los problemas de Estado debido a los continuos choques con la nobleza feudal. A esto habría que sumar el refugio que concedió a su hermana, la Reina Violante esposa de Alfonso X el Sabio, que había huido del lado del castellano debido al poder que el infante Sancho estaba tomando debido la enfermedad de su esposo. En el año 1278, Pedro III, mandará a todos los castillos del reino cercanos a la frontera con Castilla, incluido el de Borja, que se mantengan bien aprovisionados de hombres, vitualla y armas. Embit, Cetina, conciliis, para resistir una ofensiva castellana. ^2. Se estaba preparando para lo que estaba por venir.

Interior del Castillo de Embid de Ariza.

Casi 50 años después, en 1325, encontramos una descripción muy concreta sobre la situación de Embid en el mandato de Pedro Martínez por orden del rey Jaime II, el Justo, hijo de Pedro III, en el que se autorizaba a los vecinos de Embid de Ariza a proseguir las obras de fortificación que habían iniciado en el Alto de la Fuente, donde esperaban trasladarse, y para facilitarles la tarea los liberaba del pago de todas las exacciones de propiedad real, a excepción del monedaje, durante doce años. En el mandato se dice que debían construir una cerca amurallada a su alrededor, bajo la supervisión de Pedro de Martofell, baile general del reino de Aragón ^3.

Muro de piedra y tapial.

A mediados del siglo XIV Embid de Ariza jugaría un importante papel en la defensa fronteriza de la conocida Guerra de los dos Pedros (1356-1367). Al llegar Pedro I, el Justiciero, al trono de Castilla pronto querría recuperar Alicante y otras plazas de la Corona de Aragón, unido a la inestabilidad interna del reino de Castilla a la muerte de Alfonso XI, su padre, en el año 1350 y con la amenaza de Enrique conde de Trastámara opositor a Pedro I que se había exiliado a la Corona de Aragón en 1356 acogido del rey de Aragón, Pedro IV el Ceremonioso, pronto se desencadenaría la guerra.

En noviembre de 1356, Pedro IV destina a Blasco de Alagón, ricohombre y fiel al rey de Aragón a la villa de Ariza con una compañía de hombres a caballo para su protección. Al mismo tiempo le ordenaría designar él mismo un cap* para la aldea de Embid de Ariza, con orden de derribar una torre próxima al castillo desde la cual podrían atacarlo los enemigos. ⁴

Escudo de Blasco de Alagón.

Blasco III de Alagón era hijo de Artal de Alagón y Toda Pérez de Urrea, en 1336 asistió en la Seo de Zaragoza a la coronación de su deudo el Rey Don Pedro IV. Además de diversos títulos era Señor de Pina de Ebro, y tenía una estrecha relación con el linaje de Tolón*. Ximeno López de Tolón al igual que su hijo Juan de Tolón eran vasallos del noble don Artal de Alagón, padre de Blasco de Alagón.

La mujer de Artal, Doña Toda Pérez de Urrea, madre y tutora de Blasco había nombrado procurador de su hijo a Juan de Tolón, caballero, para que lo representase en las Cortes de Aragón. Juan de Tolón, escudero y habitante de Pina, casó con Doña Sancha Ponç y eran propietarios de toda la heredad de la Casa de Çaragoça que dicha Orden tenía en Pina de Ebro. Su hijo Ximen López de Tolón pasaría a formar parte de la compañía de Blasco de Alagón y sería éste el designado para proteger la aldea de Embid de Ariza. ^5.

Linaje de Tolón.

Comenzado el año de 1357 es revisado el estado de los castillos de Embid y Bordalba y se impone la condición que de haber gente de sobra en el castillo de Embid se tendría que enviar a Bordalba y lo mismo en el caso de proceder a la evacuación de Embid. ^6.

Entre el 29 de enero y el 12 de febrero de 1357 tuvo lugar un importante ataque castellano que comenzó en Sisamón y significó la quema de un barrio de Ariza, la toma del castillo y el lugar de Bordalba, aun luego abandonado por los castellanos. ^7.

Juan Jiménez Coronel, alcaide de Bordalba se rinde sin pelear, en cambio el Castillo de Embid resiste fuertemente, y los sitiadores se ven obligados a utilizar máquinas y ballestas para batir a la guarnición de esta fortaleza. La defensa de Embid es heroica, y Ximeno de Tolón, alcaide de este castillo, pierde la vida durante el asedio. ^8.

“De allí (Bordalba) pasó adelante y puso su real sobre otro lugar, que se dice Embite y también lo ganó y combatiéndose el castillo con diversas máquinas y con gran ballestería aunque era muy enriscado, y a maravilla fuerte, el rey no se quiso partir sin que le entrasen por combate y peleó con tan grande ánimo y valor el alcayde que se decía Ximen López de Tolón, que se determinó, aunque no podía resistir a tan grande ejército, de perder antes la vida que rendir el castillo, y perseverado animosísisamente en la defensa de él fue herdio de una saeta y murió, y el rey de Castilla se pasó con su ejército a Deza, lugar principal de aquella frontera dentro en su reyno.”

“Entonces mandó el Rey juntar en la Almunia todas las gentes de caballo y de pie, que no estaba en las fronteras: y pasose a aquella villa don Blasco de Alagón con el pendón real para que de allí se socorriese a donde mayor necesidad se ofreciese”

A la muerte de Ximen López de Tolón le sucederá inmediatamente García Pérez de Tolón, su hermano, como alcaide durante el resto de la Guerra de los Dos Pedros. En marzo de 1357, recuperada la posición de Embid, solicitará la dotación de 30 ballesteros y 20 lanceros procedentes de Calatayud y sus aldeas, con cuadrillos, corazas y capellinas para defender la fortaleza. En agosto de ese mismo año se ordena a Tolón el traslado al alto llamado El Colmenar, que es fuerte y pueden hacer allí sus casas y fortificándolas para que los enemigos no puedan hacerles daño alguno. ^9. Serían varias cenas* las empleadas para dotar al castillo, y su alcaide recibiría 2000 sueldos jaqueses al año.

Solicitud de traslado al Alto del Colmenar, ACA.

Al año siguiente, el 3 de abril de 1358, se estipuló que la guarnición del Castillo de Embid estuviese formada por 25 hombres, 13 ballesteros y 12 escudados. Al año siguiente, en febrero de 1359, García Pérez de Tolón sería duramente amonestado por el monarca por haberse ausentado del lugar durante dos meses sin haber dejado antes a nadie a su cargo. En el año 1360 se le asignarían 700 sueldos por razón de la retenencia del Castillo de Embid y en junio, Pedro IV ordenaría entregar 4000 sueldos jaqueses para costear las obras de reparación del castillo de Embid de Ariza.

El 27 de febrero de 1361 fueron varias la internadas de compañías castellanas que se produjeron en Aragón implicando la ocupación de varios lugares situados en la frontera del Jalón, Cetina y Embid de Ariza, que habían sido tomados ya a finales de febrero.

La última aparición de García Pérez de Tolón la encontramos en la descripción de la compañía de Blasco de Alagón, como hombre a caballo, propietario de caballo armado en junio de 1663.

En el año 1367 se da por terminada de la guerra de los Dos Pedros, y nueve años después en 1378 encontramos una referencia sobre los habitantes de Embid que trabajando en la obra del castillo de Ariza se les exime de dicha carga para dedicarla en la propia fortificación de su aldea, que había recibido un enorme daño, estas obras iniciadas eran suficientes para dar cobijo a todos los vecinos con todos sus bienes ^10.

Durante estos siete años de guerra el linaje de Tolón fue clave para mantener la defensa de la frontera aragonesa frente al rey de Castilla, un gran sacrificio de una aldea colocada en la orilla de Aragón.

En 1381, Pedro IV de Aragón venderá la villa de Ariza y sus aldeas a su alférez Guillén de Palafox, señor de la baronía de Palafols en el Ampurdán, por 30.000 libras jaquesas. Por tanto Palafox se convertiría en el señor de Ariza, Monreal, Embid, Bordalba, Alconchel, Pozuel y Cabolafuente, con total jurisdicción civil y criminal y con la capacidad de derogar los privilegios concedidos a estas villas y sus habitantes lo que desencadenaría un enfrentamiento entre sus vasallos. Las aldeas que durante tres siglos habían estado al servicio del Rey, en la defensa fronteriza, perderían irremediablemente todos sus privilegios reales, pese al esfuerzo de éstos en recuperarlos todo sería en vano, aunque esta es otra historia.

Mapa geográfico de la provincia de Soria. Thomás López 1783

*cap; caput, capitis, jefe

*Tolón: Atolón, d’tolon, datolón, tolo.

*cenas; En cuanto a las cenas, el mismo Antonio Aparicio las define como «una cantidad que pagaba cada vecino cabeza de familia para sufragar la manutención regia, que revestía dos modalidades: de presencia y de ausencia, siendo ésta última la más gravosa y exigida sólo a las morerías»

1. ACA, Pergamino de Pedro II, núm 301

2. Los hombres del rey y la transición de Alfonso X el Sabio a Sancho IV. Fco. J. Hernández. Ed. Salamanca, 2021.

3. ACA, Canc, reg. 227, f. 192r.

4. ACA, Can., Reg. 1151, f. 34v (1356, nov, 20. Calatayud)

5. ACA, pergaminos Jaime II, n.º 4188

6. ACA, Can., Reg 1379 f. 121v

7. ACA, Can., reg. 1380, f. 155rv; reg. 1149, ff. 62v y 65r; reg. 1151, ff. 59r, 63r, 67r, 82r-83r;)

8. ZURITA, Anales, lib. IX fols, 277 a 278

9. ACA, Canc, Reg. 1150, f. 141v

10. ACA, Canc., reg 1467, ff. 124r-124v (1378, sep. 9)

La transcripción de los documentos del Archivo de la Corona de Aragón no hubiera sido posible sin la ayuda de Mario Lafuente Gómez, cuya cita aparece en varios de sus trabajos, como en “Violencia inherente al sistema. Las fortificaciones de realengo en la frontera occidental aragonesa (S. XIV) al que agradezco enormemente su dedicación.