Seguro que año, tras año, has percibido que cuando llegan las fiestas navideñas sientes las emociones con más intensidad. Y esta intensidad no solamente se refleja en la alegría (como nos muestran las estampas más tópicas de la sociedad), sino también en la tristeza, en la ira o en el miedo… Incluso pueden aparecer estados de estrés y de ansiedad.
¿Por qué nos ocurre esto, precisamente en Navidad?
Por supuesto, tiene relación con nuestros recuerdos y experiencias pasadas, que asociamos directamente con estas fechas (positivos y negativos), con la nostalgia de los seres queridos que ya no están con nosotros y con el estado emocional en el que nos encontremos.
Y precisamente en el estado emocional de cada uno de nosotros, es donde debemos centrarnos más. Porque ahora, cuando las emociones son tan intensas, tenemos una buena oportunidad para identificar, con más claridad, cómo nos encontramos a nivel emocional.
Vamos a ver con detalle cuales son los síntomas que no debemos normalizar o dejar pasar, en el momento que aparezcan.
¿Nos hacemos un chequeo?
- ¿Has perdido interés por cosas con las que habitualmente disfrutas?
- ¿Te cuesta más concentrarte?
- ¿Tienes más pensamientos negativos sobre ti mismo y/o te sientes más pesimista?
- ¿Te cuesta valorar lo bueno que tienes en tu vida y te centras más en lo malo, o en lo que no tienes?
- ¿Te cuesta más de lo habitual tomar decisiones?
- ¿Te apetece más aislarte, que relacionarte con los demás?
- ¿Aparecen con frecuencia sentimientos de culpa?
- ¿Te cuesta conciliar el sueño?
- ¿Te falta energía o te sientes más cansado de lo habitual?
- ¿Estás más sensible o irritado?
- ¿Te sientes con los nervios a flor de piel?
- ¿Sientes frustración?
Si has contestado “Si” a más de 3 preguntas, es posible que tu estado emocional se esté debilitando.
Reflexiona si se trata de algo puntual o no. Y revisa con profundidad tu situación personal y/o profesional, porque seguramente hay algún tema que está pendiente de resolver y está intentando llamar tu atención.
En próximos artículos encontrarás herramientas para analizar y gestionar diferentes estados emocionales. Hasta entonces te invito a mirar con detalle todo lo bueno que tienes en tu vida.
¡Dale el valor que merece y verás como mejora tu bienestar emocional navideño!
¡Felices fiestas!
Montse Martínez. Formadora y Máster en Psicoterapia e Inteligencia Emocional.
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