JENGIBRE DEL ALTO JALÓN

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Marcos del Jalu00f3n


El poder de las palabras. Sobre todo, las positivas, curativas, las que dan paz, las que no se olvidan si se aprenden a los nueve años. No he probado las galletas de jengibre de Saminhaan, en Monteagudo de las Vicarías, pero se han ganado un hueco como recurso didáctico para aprender a escribir la palabra que da nombre a esta especia tan apreciada por su sabor como saludable. Y saludable es crear concursos literarios para que los peques expresen sus ideas y sentimientos.


Pequeños destellos que parten de lo más inocente y natural del ser humano, sin los prejuicios de la experiencia que, con tanta frecuencia, nos frenan el verbo y, más aún, la palabra. Alexia, ganadora del concurso literario convocado por El Alto Jalón, no solo ha escrito bien la palabra jengibre, sino que ha expresado sus días de Navidad con total frescura y determinación, vengándose de su prima de forma tan sugerente como es pintarle un bigote mientras dormía la siesta. 


Porque la Navidad no es solo paz y amor, claro que sí, Alexia, mejor tenerlo claro desde los nueve años. Enhorabuena al Alto Jalón por la excelente propuesta cultural, a los profes colaboradores, que han conseguido que haya participación y algunas tildes revisadas, a la ganadora, que de paso va a invitar a su colegio de Monteagudo al taller de radio como premio, enhorabuena a todos los participantes, que comenzaban sus relatos diciendo que vivían la Navidad en su pueblo: Somaén, Santa María de Huerta, Arcos de Jalón, Monreal, Monteagudo de las Vicarías, Ibdes, Sagides… Navidades inolvidables a esta edad, en la que Papa Noel y Reyes Magos mezclan fácilmente con galletas de jengibre.

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