ARAGÓN ABRE DE NUEVO LA PUERTA A LOS BONOS DE CARBONO EN EL ALTO JALÓN DOS AÑOS DESPUÉS DEL INCENDIO

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Excavadora ariza


Dos años después del incendio que calcinó 14.000 hectáreas de monte en el Alto Jalón zaragozano, el Gobierno de Aragón anuncia que va a duplicar la previsión del Plan Forestal de Aragón aprobado en 2022, abriéndose a colaboración público-privada para cubrir las necesidades de las empresas que necesitan compensar sus emisiones de dióxido de carbono, tal y como ha confirmado esta mañana el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco. Este plan contempla actuaciones de reforestación en Ariza y Nuévalos que comenzarán en otoño, y más tarde también en Cimballa.


"Con el triple objetivo mitigar el cambio climático, restaurar el medio forestal y proteger el suelo de la erosión, Aragón ha elaborado ya el Plan de Reforestación de Aragón 2024 – 2027, que comenzará a aplicarse el próximo otoño con los trabajos previos en 24 términos municipales de las tres provincias", así lo ha anunciado esta mañana el consejero Blasco, junto a la directora general de Gestión Forestal, Ana Oliván, y al jefe de servicio de Planificación y Gestión Forestal, Enrique Arrechea. Los tres han presentado hoy el nuevo Plan Forestal de Aragón. Un programa elaborado por la Dirección General de Gestión Forestal del Departamento de Medio Ambiente y Turismo, que va a suponer una inversión de 10,2 millones de euros para su periodo de aplicación y al que han definido como "un compromiso de este Gobierno", tal y como ha indicado el propio Blasco.


Oliván, Blasco y Arrechea, en la presentación del Plan Forestal de Aragón.


En la rueda de prensa de esta mañana, el consejero de Medio Ambiente y Turismo ha señalado el respaldo de los ayuntamientos para intervenir en montes de utilidad pública, y ha confirmado que se abrirán a la colaboración público-privada para cubrir las necesidades de las empresas que necesitan compensar sus emisiones de dióxido de carbono. Blasco ha apuntado que hay "mucho interés" entre empresas que necesitan reducir su huella de carbono, además de entre las propias compañías del sector forestal. En este sentido, la directora de Gestión Forestal, Ana Oliván, ha querido defender que "la mejor forma de luchar contra el cambio climático es la plantación de árboles". 


Sin embargo, detrás de esta realidad se esconde un negocio que no goza de popularidad entre la población, y menos entre los habitantes de la zona del Alto Jalón afectada por el incendio de 2022. La reducción de dióxido de carbono que provocan estos árboles es un producto muy codiciado hoy en día en los mercados por empresas contaminantes que necesitan reducir su impacto negativo en el medio ambiente, y lo hacen mediante la compensación de huella de carbono. Un negocio conocido en el Alto Jalón por la implicación de Land Life, comercializadora de este producto, en el incendio del 18 de julio de 2022 iniciado entre Ateca y Bubierca, en el que el aspecto económico primó sobre la precaución y el cuidado del medio natural, provocando incendios en hasta dos ocasiones, una primera de 35 hectáreas en junio de 2022, y la ya mencionada del 18 de julio de 2022 que terminó con 14.000 hectáreas quemadas.


Desde el Gobierno de Aragón han querido destacar los "beneficios ambientales", así como el "impulso para la activación del sector forestal y, en consecuencia, del medio rural aragonés". Según las cuentas del ejecutivo aragonés, los trabajos requerirán de 10 a 12 jornales por hectárea repoblada, es decir, entre 20.000 y 24.000 jornales de mano de obra directa. A pesar de esto, las primeras voces de preocupación en nuestro territorio comienzan a surgir tras el anuncio de hoy, si bien el contexto legislativo es diferente, y tras el fatídico verano de 2022 en cuanto a incendios se refiere, el Gobierno de España estableció una normativa común en cuanto a la prohibición de los trabajos forestales en determinadas situaciones climatológicas, algo que hoy en día habría impedido un incendio como el que vivimos en el Alto Jalón.


Con todo, las administraciones públicas parecen seguir apostando por este método de reforestación y de colaboración público-privada, sumándose a un negocio muy lucrativo para estas comercilizadoras de CO2 que, aunque no goza del beneplácito de un sector de la población que tiene dudas sobre el impacto real en la mitigación del cambio climático (las grandes contaminantes no dejan de contaminar, sino que costean reforestaciones). Sobre lo que no hay atisbo de duda es acerca de los grandes beneficios que genera el negocio, que permiten a estas empresas aportar grandes cantidades de dinero por estas reforestaciones, ante las que ni siquiera administraciones como el Gobierno de Aragón parecen poder resistirse. También hemos visto recientemente ponerse en marcha iniciativas así, incluso con Land Life de por medio, en municipios del Alto Jalón como Arcos de Jalón o Monteagudo de las Vicarías, aunque en ambos casos cerciorándose, tal y como aseguran, de que la compañía holandesa, implicada en los trabajos que provocaron el incendio de 2022, no interviene en las reforestaciones y actúa tan solo como mera comercializadora de la reducción de CO2 resultante de la misma.


Un plan que se pondrá en marcha este próximo otoño

En una primera fase se actuará en montes de utilidad pública municipales y en los de titularidad de la comunidad autónoma. De este modo, las primeras actuaciones tendrán lugar en un total de 24 municipios distintos:


  • Provincia de Zaragoza: Uncastillo, San Martín de la Virgen del Moncayo, Talamantes, Tarazona, Castejón de Valdejasa, Ejea de los Caballeros, Sos del Rey católico, Aniñón, Miedes de Aragón, Nuévalos y Ariza.

  • Provincia de Huesca: Jaca, Castejón de Sos, Sabiñánigo y Las Peñas de Riglos.

  • Provincia de Teruel: Aliaga, Teruel, Villarquemado, Valacloche, Sarrión, Camarena de la Sierra, Calanda, Ejulve y Villarluengo.

Los primeros trabajos de preparación del suelo se iniciarán este otoño, junto con la siembra de planta en los viveros. La plantación de esta primera fase podrá iniciarse en el invierno de 2025, durante los meses de febrero y marzo, si bien no se realizará en todas las ubicaciones a la vez.

Para definir la localización de los terrenos, Gestión Forestal ha realizado un trabajo técnico previo en el que se han analizado los estados erosivos de las cuencas hidrológicas de Aragón. Las zonas con mayores tasas de erosión se encuentran en el Pirineo y Prepirineo, Gúdar-Javalambre, Maestrazgo, Cinco Villas, el Alto Jalón y algunas cuencas de afluentes del Alfambra. También se han estudiado los terrenos que han sufrido incendios forestales en los últimos 20 años para evaluar si hay una regeneración natural suficiente o si debe procederse a su repoblación.


Asimismo, se están revisando los instrumentos de planificación forestal vigentes en Aragón para evaluar en cuáles de ellos se han establecido mejoras referentes a la reforestación y se ha realizado un sondeo a los ayuntamientos aragoneses, recogiendo propuestas de 130 municipios de los cuales en 26 la administración forestal puede actuar directamente.


Para llevar a cabo el plan, en primer lugar, se procederá a revitalizar los viveros forestales del Gobierno de Aragón, de modo que puedan producir la planta necesaria (1 millón de euros). Además, se elaborarán los proyectos técnicos de repoblación y se evaluará la necesidad de repoblación en los montes quemados (1,1 millones) y se contratarán los trabajos de reforestación y restauración de áreas incendiadas a empresas especializadas del sector forestal (8 millones de euros). Todos los trabajos contarán con el seguimiento y control correspondiente por parte de la administración.



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