LOS GOBIERNOS DE ARAGÓN Y CASTILLA Y LEÓN EN VILO TRAS EL ANUNCIO DE VOX DE ROMPER SUS PACTOS DE GOBIERNO EN LAS CCAA

Vox anunció ayer a última hora del día que da por rotos todos los pactos autonómicos que mantiene con el Partido Popular (PP), entre los que se encuentran el Gobierno de Aragón y la Junta de Castilla y León. El detonante ha sido el reparto de inmigrantes menores de edad no acompañados, una medida que el partido de extrema derecha se niega a aceptar y que los populares han respaldado durante la reciente Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia. En esta reunión se abordó la reforma de la Ley de Extranjería para la acogida de menores no acompañados.

La formación liderada por Santiago Abascal ha emitido un comunicado convocando de urgencia al Comité Ejecutivo Nacional para tomar decisiones sobre los pasos a seguir. “Vox acusa a Feijóo de romper los pactos de gobierno regionales al haber obligado a los presidentes regionales a votar sí al reparto” de los menores migrantes, señala el comunicado.

La tensión entre Vox y el PP había estado creciendo desde el lunes, cuando Abascal adelantó la posible ruptura en una comparecencia en la sede de Vox. “Abandonaremos esos gobiernos inmediatamente. No seremos cómplices de los robos, machetazos y violaciones”, afirmó contundentemente.

En Aragón, hasta 18 altos cargos y asesores de Vox en el gobierno autonómico están a la espera de la decisión de Abascal, tanto es, que el vicepresidente aragonés Alejandro Nolasco, ha cancelado su agenda de hoy. El acuerdo de coalición con el PP dejó en manos de Vox las consejerías de Desarrollo Territorial, Despoblación, Justicia, Agricultura y Ganadería. La ruptura obligaría a estos cargos a desalojar sus puestos, creando una crisis en la administración autonómica.

En Castilla y León, donde son 25 los altos cargos de Vox en el ejecutivo regional, la situación es igualmente tensa. El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, de Vox, ha advertido que dejaría su cargo si el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco del PP, cede ante las políticas de inmigración del Gobierno central. “Tengo un amor infinitamente mayor a mis principios que a mi puesto en el gobierno autonómico. No son advertencias o amenazas. Para nosotros es fundamental actuar contundentemente contra la inmigración ilegal”, declaró García-Gallardo en las Cortes regionales.

La crisis política generada por esta ruptura de pactos autonómicos podría tener repercusiones significativas en la gobernabilidad de las comunidades autónomas afectadas. Mientras tanto, los dirigentes regionales de ambos partidos han mantenido contactos, aunque sin éxito en aclarar el futuro de las coaliciones.