EL RÍO PIEDRA SE LLEVA POR DELANTE PARTE DEL ASFALTO DE LA CARRETERA ENTRE CIMBALLA Y ALDEHUELA DE LIESTOS

Las tormentas de los últimos días siguen causando problemas en algunos puntos del Alto Jalón. La zona más castigada por las inundaciones ha sido la de los valles del Piedra y del Ortiz, ríos ambos que desembocan en Nuévalos. Este jueves la carretera CV-671 entre Cimballa y Aldehuela de Liestos sigue cortada debido a las fuertes lluvias acontecidas estos días y a las crecidas del Río Piedra. La carretera CV-307 entre  Cimballa y Nuévalos sí que se ha abierto al tráfico esta mañana gracias a las labores de limpieza de los operarios de la Diputación de Zaragoza.

La zona de Cimballa ha sido una de las que más inundaciones ha sufrido en los últimos días, tanto en el casco urbano como en las fincas, la piscifactoría del pueblo, y las infraestructuras. La carretera entre Aldehuela de Liestos y Cimballa, la CV-671 vivió la primera gran inundación el pasado fin de semana, cuando una familia tuvo que ser rescatada de su furgoneta tras quedar atrapada rodeados de agua. Desde entonces, se han sucedido las crecidas del Piedra y los fuertes torrentes de agua, provocando que parte del asfalto de la CV-671 haya desaparecido, por lo que el tráfico está interrumpido.

Ayer la crecida del río volvió a ser importante. Esta misma mañana el Piedra sigue medio metro por encima de su nivel máximo, sobrepasado por tercera vez en los últimos cinco días, causando también problemas en Llumes, pedanía de Monterde surcada por varios canales del río Piedra. El Parque Jardín Histórico del Monasterio de Piedra también sigue cerrado a causa de las crecidas que obligaron también ayer a cortar la carretera entre Cimballa y Nuévalos. Problemas estos últimos que ya han sido solventados tras las tareas de limpieza de las máquinas de la DPZ, algo que ha ocurrido también estos días con el desbordamiento del río Ortiz, en cuya desembocadura vimos trabajar también a operarios de Protección Civil para desbloquear la carretera entre Nuévalos y Munébrega la semana pasada.

Y es que la gran crecida del Ortiz, un río con un caudal habitualmente muy pequeño, fue la primera que provocó graves daños en esta cadena de tormentas que hemos vivido en el Alto Jalón, saliéndose a su paso por Monterde, y provocando también importantes daños en infraestructuras, terrenos agrícolas y propiedades públicas y privadas entre Abanto y Monterde, así como en el mismo casco urbano de Monterde.