El año hidrológico 2023/2024 en España, que se extiende desde el 1 de octubre hasta el 30 de septiembre, ha estado marcado por una recuperación gradual de la sequía, aunque en algunas zonas, como las cuencas del Siurana, del Guadalope y del Huerva, la escasez de agua ha persistido. A pesar de las mejoras, septiembre de 2024 concluyó con fenómenos meteorológicos adversos, como tormentas y DANAs (Depresiones Aisladas en Niveles Altos).
Durante este periodo, se produjeron dos episodios de crecidas importantes en el tramo alto y medio del río Ebro, en febrero y marzo de 2024, lo que subraya la variabilidad climática en la cuenca.
Planificación y Gestión ante Sequías y Crecidas
Para afrontar futuros desafíos, la cuenca del Ebro ha fortalecido su capacidad de planificación frente a eventos extremos como sequías e inundaciones. El "Informe de la sequía de 2023" ha servido como base para mejorar la respuesta ante estas situaciones, y actualmente está en consulta pública el nuevo "Plan Especial de Sequías", que reemplazará al de 2018. Asimismo, la "Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación" se encuentra en fase de revisión, con la vista puesta en la aprobación del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación en 2027.
Gestión Medioambiental y Sostenibilidad
Se han hecho esfuerzos significativos para la gestión ambiental en la cuenca. El cumplimiento de los caudales ecológicos se ha implementado con éxito en todas las masas de agua. Además, crecidas controladas en ríos como el Cinca y el Najerilla han ayudado a regenerar los cauces y mejorar el tránsito de sedimentos.
El proyecto "Ebro Resilience" ha continuado avanzando en la recuperación y conservación del tramo medio del Ebro, mientras que el Plan Nacional de Restauración de Ríos ha apoyado las labores de mantenimiento y mejora de los cauces. Paralelamente, se ha avanzado en el conocimiento de la dinámica sedimentaria del Bajo Ebro, crucial para la gestión sostenible del agua.
Almacenamiento de Agua y Obras Hidráulicas
En cuanto a la infraestructura hidráulica, este año ha destacado por la puesta en carga del embalse de Santolea, la finalización de la presa de Almudévar y el avance en las obras de la presa de Mularroya. También se han reanudado los trámites para el recrecimiento de Yesa. Estas obras añadirán casi 1000 hectómetros cúbicos de capacidad a los actuales 8150 hm³ de la cuenca.
Además, se han llevado a cabo numerosos trabajos de mejora y mantenimiento en los embalses y canales existentes, destacando la reparación del desagüe del embalse del Ebro.
Precipitaciones y Reservas Hídricas
El año hidrológico 2023/2024 registró un promedio de 650 mm de precipitación, un 14% superior a la media de los últimos 20 años. Sin embargo, la distribución espacial fue desigual: mientras la margen izquierda del Ebro superó la media, la mitad este de la margen derecha registró un déficit del 20%. Temporalmente, el trimestre enero-marzo fue especialmente húmedo, pero la sequía persistió en algunas zonas críticas.
Las reservas de agua embalsada en la cuenca han mejorado notablemente, alcanzando los 4575 hm³, un 58,5% de la capacidad total, muy por encima de los niveles registrados en el año anterior.
Conclusión
El año hidrológico 2023/2024 ha sido un periodo de intensa actividad en la cuenca del Ebro, con avances significativos en la recuperación de la sequía y una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos. Sin embargo, algunos sectores continúan enfrentando desafíos, lo que subraya la importancia de la planificación y la inversión continua en infraestructuras y estrategias de conservación.
JALON
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