La semana pasada, una tremenda riada desbordó el río Piedra a su paso por Cimballa y Llumes provocando graves daños en infraestructuras, cascos urbanos, viviendas y tierras de cultivo en ambas localidades así como a su paso por La Calderera y el Monasterio de Piedra, donde los daños son también cuantiosos y ayer mismo se anunciaba el cierre del Parque Jardín de forma indeterminada para llevar a cabo unas reparaciones que según las primeras valoraciones podrían prolongarse durante más de dos meses.
Este miércoles, una semana después de la riada, los vecinos de Cimballa siguen incomunicados, con las carreteras de acceso a la localidad completamente cortadas y con un camino agrícola como única vía de entrada y salida del pueblo, y en Llumes los vecinos todavía están sacando barro de las casas y limpiando calles y accesos. En ambos pueblos, advierten no recordar una crecida así del río Piedra, que ha registrado caudales históricos, con subidas de nivel de hasta 8 metros y caudales de más de 60 hm3, cuando lo normal está en torno a 1,3 hm3.
Precisamente es ese gran caudal, la fuerza con la que bajaba el agua, lo que los vecinos y el propio alcalde de Cimballa, Cecilio Roy, señalan como la causante de los graves destrozos que ha generado la inundación en esta ocasión. En este sentido, los damnificados apuntan a un puente sobre el cauce del río Piedra en la carretera CM-2122, en el km 14,3, a la altura de Embid (Guadalajara), como el causante de un tapón que, al reventar, habría provocado la enorme avenida que, por segunda vez en dos meses, ha afectado gravemente a esta zona del Alto Jalón.
El pasado 30 de octubre se registraron lluvias de hasta 60 l/m2 en la cabecera del río Piedra ya en la provincia de Guadalajar, en el límite provincial con Zaragoza. En esta zona, el cauce del río va completamente seco de forma habitual, pero cuando llueve de esta manera, el cauce se llena llevando el agua hasta Cimballa, donde el río Piedra se alimenta de los conocidos como "ojos de Cimballa" para llevar agua de manera constante a partir de ahí hasta el Monasterio de Piedra. Debido a las fuertes lluvias, el agua comenzó a bajar por el cauce seco del Piedra con bastante alegría hasta encontrarse con una canalización por debajo de la carretera CM-2122 que hizo de tapón, haciendo de presa y acumulando una gran cantidad de agua tras la calzada.
En pocos minutos, la fuerza del agua terminó siendo tal, que sobrepasó la calzada y la presión hizo ceder al puente, llevándose 50 metros de carretera por delante, lo que dio rienda suelta a la fuerza de la naturaleza, dejando bajar toda el agua embalsada en ese punto a causa el tapón generado en la canalización. El torrente viajó a toda velocidad en dirección a Cimballa y a Llumes, desbordándose por completo y provocando los destrozos ya mencionados en las carreteras de Cimballa, llevándose por delante postes de telecomunicaciones, dañando suministros y entrando en casas particulares de Cimballa y Llumes hasta metro y medio de altura.
Los vecinos de Cimballa y Llumes, y el propio alcalde de Cimballa, Cecilio Roy, apuntan a la construcción de esta canalización bajo la carretera a la altura de Embid (Guadalajara), como la causante de la gran avenida. Señalan que la vía de escape de agua era a todas luces insuficiente para soportar una circunstancia como la que se dio el pasado 30 de octubre, e incluso apuntan a un antiguo puente de tres ojos por el que pasaba el antiguo trazado de la carretera, que a pesar de estar a escasos metros río abajo, todavía sigue en pie después de la riada.
A diferencia de ese puente de piedra de mediados del siglo pasado, la canalización moderna contaba con solo una vía de salida de agua, lo que provocó que al atascarse el conducto, se embalsara todo el agua llovida y, tras el reventón del puente, bajase toda de golpe generando los ya mencionados graves daños.
El puente antiguo en primer plano y al fondo, la canalización moderna que terminó reventando el pasado 30 de octubre.
Los vecinos, que todavía están intentando recuperar cierta normalidad en sus vidas tras el desastre, piden actuaciones inmediatas en el cauce del río Piedra por parte de la CHE, algo que ya reclamaron hace dos meses y lamentan que no haya sucedido en este tiempo, y avanzan la posibilidad de denunciar la construcción de la CM-2122 como la causante de este problema para el que piden "soluciones inmediatas" ante una situación en la que se sienten "completamente solos y desprotegidos" toda vez que es la segunda vez que se produce algo así en dos meses, y la tercera ocasión ya desde el pasado verano.
JALON
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