Cimballa y Llumes han sido las dos localidades del Alto Jalón más afectadas por las consecuencias de la DANA de la semana pasada. El río Piedra se desbordó bajando desde su cabecera con un torrente histórico y una fuerza tremenda que provocó daños hasta ahora incalculables tanto a nivel privado, como en infraestructuras y dominio público. Para mayor desgracia, es la segunda vez en solo dos meses, y la tercera desde el pasado verano, que se da una situación así, aunque esta última ha sido completamente devastadora y de unas proporciones que incluso duplican las anteriores, ya de por sí muy destructivas.
En el caso de Cimballa, su alcalde, Cecilio Roy, está encabezando las demandas de la población, que una semana después sigue aislada por carretera y sufriendo las graves consecuencias de la riada. En Llumes, pedanía de Monterde, también ha resultado dañadas las carreteras, aunque con más suerte, pues no han tenido que ser cortadas. Los daños en suministros púbicos como el agua, en sistemas de riego, o en viviendas y terrenos agrícolas, son también muy cuantiosos. A diferencia de en Cimballa, desde Llumes denuncian inacción por parte de su alcalde para ayudar a los vecinos a superar los daños por la DANA y a reclamar sus necesidades.
Ya hace dos meses, en la anterior avenida del Piedra, los vecinos de Llumes, la mayoría miembros de la Asociación de Perjudicados por el Alcalde del Ayuntamiento de Monterde, ya denunciaron la inacción del Ayuntamiento e incluso elevaron la voz señalando "falta de humanidad" en la figura del alcalde, José Gracia, al que aseguran no haber visto por Llumes tras aquella riada del mes de septiembre para preocuparse por la situación de sus vecinos.
En esta ocasión, el alcalde sí que ha sido visto por Llumes, el pasado 31 de octubre, acompañando al consejero de Fomento del Gobierno de Aragón en su visita para comprobar el estado de las carreteras autonómicas tras la riada. "El alcalde vino solo a hacerse la foto y a estar arropado por el consejero, que es de su mismo partido", denuncian los vecinos, que señalan el enfrentamiento personal que mantienen a causa de las inmatriculaciones puestas en marcha por el consistorio. "Nos quiere echar de nuestras casas y ahora no está haciendo nada para ayudarnos en esta situación para que terminemos lléndonos, que es lo que quiere, para quedarse con nuestras casas", denuncian los afectados, reclamando atención de las instituciones supra municipales para mediar en una situación que definen como "una tropelía".
El Ayuntamiento de Monterde inscribió dos centenares de propiedades privadas a nombre del consistorio argumentando que estas propiedades habrían formado parte del inventario municipal de manera histórica. Los vecinos, que descubrieron las inmatriculaciones por casualidad, tras la muerte de una vecina y la posterior gestión de la herencia por parte de su familia, poseen documentación que probaría que sus propiedades han sido de sus familias desde el s.XVII, y denuncian que el alcalde ha actuado "por la espalda" intentando buscar un fallo en el sistema que, de no haber detectado por este fallecimiento, habría resultado en la pérdida de sus casas.
Ahora, el caso está judicializado, pero los afectados pretenden que el Gobierno de Aragón o incluso el Gobierno de España, medien para evitar gastos cuantiosos en litigios tanto a sus bolsillos, como a las arcas municipales. Este enfrentamiento es, según los vecinos de Llumes, la causa de que el alcalde "nos haya abandonado a nuestra suerte". Denuncian la completa inacción municipal para ayudar en las tareas de limpieza y recuperación, así como una dejadez total para ofrecer y restablecer los servicios básicos en la pedanía. Señalan falta de "humanidad" ante una situación en la que alguno de los vecinos incluso ha visto cómo se derrumbaba uno de los muros de su casa. "La situación de Valencia es peor porque ha habido muertes, pero en cuanto a los daños materiales, estamos viviendo ese mismo desastre", destacan.
En el barrio de La Calderera de Llumes incluso llevan ya siete días sin agua. "Es increíble que sabiendo que vive ahí gente mayor y que estamos incomunicados porque el camino de acceso está destrozado, no haya hecho nada", se lamentan los vecinos acusando a alcalde de "falta de humanidad". A pesar de todo, no se muestran sorprendidos por la actuación de un alcalde del que advierten motivaciones tanto económicas como personales para llevar a cabo las inmatriculaciones, así como una "intención clara de echarnos de nuestras casas" que está haciéndose palpable con esta falta de humanidad que está teniendo tras las riadas".
Los vecinos se muestran también muy molestos y enfadados con la visita de la pasada semana del consejero Octavio López, compañero del partido en el PP del alcalde de Monterde, José Gracia, al que vieron abrazarse con el consejero. En su visita, el consejero y el alcalde estuvieron acompañados por otras figuras importantes del Partido Popular zaragozano. "Nos parece mentira que un alcalde esté haciendo esto a su pueblo, tomando medidas totalmente en contra de la lucha contra la despoblación y cometiendo estas tropelías, y en su partido lo arropen", denuncian pidiendo al Gobierno de Aragón que estudie su caso e intermedie para buscar una solución más allá de los juzgados.
Este próximo 15 de noviembre, viernes, los Perjudicados por el Alcalde de Monterde se manifestarán en Zaragoza, frente a las Cortes de Aragón, para pedir ser escuchados, pues a pesar de estar convencidos de ganar los juicios, viven con ansiedad la espera y la posibilidad de poder llegar a perder sus casas. "Cuando uno llega a juicio, aunque tenga razón, al final nunca se sabe", explican temerosos de que una "triquiñuela legal" pudiera hacerles perder sus casas. "Los que somos más jóvenes no lo llevamos tan mal, pero los mayores no lo comprenden y la situación, el miedo a perder sus casas, las de sus padres y sus abuelos, les está quitando el sueño", señalan.
Escucha aquí los testimonios de los vecinos de Llumes.
JALON
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