El próximo 10 de diciembre, el sector agroganadero español volverá a salir a las calles en una jornada de movilizaciones convocada por la Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes (UNASPI). Agricultores y ganaderos protestarán en las principales capitales regionales para exigir medidas que garanticen la sostenibilidad y viabilidad de un sector que, según denuncian, está al borde del colapso debido a la falta de rentabilidad, la creciente presión normativa y las adversidades climáticas.
En Aragón, la convocatoria está programada para las 11 de la mañana en la Plaza de España de Zaragoza. En Castilla y León por su parte, una marcha lenta de tractores recorrerá Valladolid desde el estadio José Zorrilla hasta la sede de la Consejería de Agricultura y Ganadería, en la avenida Gloria Fuertes.
Formada por 20 asociaciones del sector primario, la coordinadora UNASPI ha mantenido una postura firme en defensa de los derechos del campo desde su creación en junio. Esta organización surgió tras las movilizaciones del pasado 6F que provocaron importantes cortes en la A2 a su paso por el Alto Jalón, y culminaron con cortes en pasos fronterizos con Francia, como Somport y Portalet, en protesta por políticas europeas que, según afirman, generan "competencia desleal" para los productores nacionales.
Las reclamaciones de UNASPI se centran en la reducción de la burocracia, la priorización del producto nacional y la exigencia de precios justos. También critican los acuerdos comerciales internacionales como los de Mercosur y las restricciones medioambientales que consideran "radicales e inviables económicamente".
A pesar de los intentos por sumar apoyos, las principales organizaciones agrarias —UAGA, ARAGA y ASAJA— han decidido no respaldar la movilización. En una reunión celebrada esta semana, las OPAs rechazaron unirse a la protesta, lo que desde AEGA han calificado como una "decisión perjudicial para el sector".
“No buscamos confrontación, sino unidad”, han señalado desde AEGA, que aún espera respuesta de UPA, la cuarta organización profesional agraria. Mientras tanto, han hecho un llamamiento a todos los agricultores y ganaderos aragoneses, independientemente de su afiliación sindical, para que se sumen a las protestas del 10D.
Las reclamas agrarias coordinadas a través de Unaspi están centradas, principalmente, en “rebatir las nuevas políticas de administración nacional y europea en diversas cuestiones agrarias”. Se busca conseguir “menos burocracia, priorizar el producto nacional y los precios justos”. También han puesto el foco en los acuerdos de Mercosur, que apelan que van a reducir la rentabilidad tanto en agricultura como en ganadería, y en la ley de bienestar animal que “provoca importantes pérdidas”, especialmente dicen, en los ganaderos dedicados al cerdo y las aves.
Desde UNASPI, el pasado 10 de octubre dirigieron un manifiesto al Ministerio de Agricultura recordándole "la nefasta situación del sector primario debido a las nuevas políticas de administración nacional y europea", algo sobre lo que no han obtenido respuesta. Además, señalan que estas últimas semanas, la Comisaria Europea, Ursula Von der Leyen ha presentado el Diálogo Estratégico para el futuro de la Unión Europea y el Ministerio ha publicado el borrador del Plan de Acción de Uso Sostenible de Fitosanitarios que busca eliminar al menos el 50% de los fitosanitarios. Para la agrupación de agricultores y ganaderos se sigue por una misma senda “falsa y errónea, de una teórica sostenibilidad pero inabarcable a nivel económico en la práctica”.
AEGA también ha expresado su malestar hacia el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, quien, según denuncian, no ha cumplido su promesa de reunirse con ellos. “Quizá ha perdido nuestro número, o simplemente no le interesan las más de 1.200 familias que representamos”, han señalado en un comunicado difundido en redes sociales.
Con todo, la jornada del 10D marcará el inicio de una nueva fase de movilizaciones que recuerda las protestas del pasado febrero, cuando las marchas del sector agroganadero paralizaron carreteras y llenaron de tractores las capitales de provincia durante casi dos meses.
El campo español, y en particular el aragonés, afronta retos cruciales. Mientras AEGA y UNASPI buscan sumar fuerzas para garantizar la dignidad y los derechos de sus trabajadores, las movilizaciones del 10D serán un termómetro para medir el nivel de apoyo y la urgencia de las soluciones.
JALON
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