BENAMIRA SE PLANTA CONTRA LA FOTOVOLTAICA CARAMONTE: "NOS QUIEREN SEPULTAR BAJO MILES DE PLACAS SOLARES"

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Mani benamira medinaceli



La Asociación de Amigos de Benamira (AAB), recientemente autodenominada Benamira Resiste, ha mostrado su firme rechazo a la instalación de la planta solar FV Caramonte, proyectada por la empresa Eólica de Medinaceli (Engie) en el término municipal de Medinaceli. La entidad denuncia graves deficiencias en el estudio de impacto ambiental del proyecto y advierte que la planta, con más de 76.000 paneles solares distribuidos en 87 hectáreas, supondría un deterioro irreparable del medio natural y del futuro de los pueblos afectados.


El proyecto pretende ubicarse en la vega del río Jalón, a apenas 500 metros de Benamira y Esteras de Medinaceli, dos pedanías de Medinaceli, y colindante a una zona protegida de máximo nivel según la normativa nacional y europea. Tanto la AAB como la ONG SEO/BirdLife han presentado alegaciones ante la administración competente para que se deniegue la autorización de la planta.


“Nos ahogan entre infraestructuras”

Desde la AAB denuncian que el Alto Jalón ya soporta una alta densidad de infraestructuras. En concreto esta zona del nacimiento del Jalón cuenta, en apenas tres kilómetros a la redonda de la futura planta, con la confluencia de la autovía A-2, la línea de AVE Madrid-Barcelona, tres parques eólicos con sus respectivas líneas de alta tensión, una subestación eléctrica y otro proyecto fotovoltaico en tramitación de 24,5 hectáreas.


“La España vacía se quiere llenar, pero lo están haciendo a costa de destruir el campo sin ninguna compensación real para el territorio. Llevamos años reivindicando medidas para frenar la despoblación y cuando por fin conseguimos generar iniciativas para mantener con vida nuestros pueblos, nos los quieren sepultar bajo miles de placas solares”, denuncian desde la asociación.


Denuncian manipulación en el estudio de impacto ambiental

Uno de los principales argumentos contra el proyecto es la falta de rigor en su estudio de impacto ambiental. La AAB acusa a la empresa promotora de falsear burdamente el estudio de alternativas para justificar su ubicación sin evaluar otras opciones cercanas que, con las mismas características técnicas y económicas, no generarían un impacto tan negativo sobre la población ni sobre el espacio protegido.


“No estamos en contra de la energía renovable, pero sí de la forma en la que se está imponiendo sin ningún control y sin importar las consecuencias para el medio ambiente ni para quienes vivimos aquí”, aseguran.


Piden al alcalde que tome partido

El pasado 11 de enero, cerca de 150 vecinos de Benamira, Esteras de Medinaceli y otros pueblos cercanos se manifestaron frente al Ayuntamiento de Medinaceli en contra del proyecto. A pesar de que han sido escuchados por el consistorio tanto en aquella ocasión como en otros momentos, denuncian que el alcalde, Gregorio Miguel Santander (PP), "se ha puesto de perfil" y le demandan que se posicione en contra de la ubicación actual del proyecto.


Según remarcan los vecinos, aquel día de la manifestación, el regidor reconoció en declaraciones a RNE que “las placas suponen un ingreso importante” para el municipio, pero afirmó desconocer el estado del proyecto y no haber mantenido reuniones con la empresa. Justificó su postura equidistante asegurando que algunos vecinos sí están interesados en ceder sus tierras para la planta, y argumentó que el interés del Ayuntamiento no está en una ubicación concreta, siempre y cuando "se lleve a cabo en nuestro término municipal, pues es muy positivo también para las arcas del consistorio".


Desde la AAB exigen al alcalde que haga uso de la facultad que le otorga la Ley de Evaluación Ambiental para elevar un informe de disconformidad con el proyecto. “Le pedimos por escrito el 22 de enero que se posicione en contra del proyecto, pero seguimos sin respuesta. No puede seguir ignorando a la mayoría del pueblo”, critican.


Llamamiento a las administraciones: “Es urgente regular el boom de las renovables”

La Asociación de Amigos de Benamira no se queda solo en las protestas por esta instalación concreta, y también exige a las administraciones responsables que regulen de forma efectiva la expansión de las energías renovables en zonas rurales, garantizando que los estudios de impacto ambiental cumplan con la normativa vigente y protejan los intereses de los vecinos y del entorno natural.


“Es necesario un freno a este modelo de especulación energética, donde las empresas solo buscan maximizar beneficios sin ningún respeto por el territorio. Nosotros tenemos futuro y lo queremos aquí, no arrasado por un mar de placas solares”, concluyen desde Benamira Resiste, abogando por una planificación en cada municipio para determinar de antemano en qué terrenos se puede planificar proyectos de este tipo, y en cuáles no.

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