La primavera trae flores, buen tiempo... y muchos encuentros inesperados con la fauna salvaje. En esta época del año es habitual encontrarnos en el suelo con pequeñas aves aparentemente indefensas: han caído del nido, no pueden volar, están solas. La reacción natural es querer ayudarlas. Pero ¿sabemos realmente cómo hacerlo?
Desde Espíritu Animal Rural, proyecto de educación medioambiental a través de vuelos de aves rapaces y talleres, intentamos concienciar a la ciudadanía de la importancia de las aves en los ecosistemas, entre otras cosas...
Hoy queremos compartir algunos consejos sencillos para saber cómo actuar ante estas situaciones. Nuestro objetivo es acercar a las personas al mundo de las aves, para que las conozcan, se enamoren de ellas y aprendan a protegerlas.
Lo primero: observar y no tocar de inmediato. Es importante distinguir si estamos ante un pollito recién nacido o un volantón. La diferencia es clave y puede marcar el éxito de nuestra intervención.
Pollitos recién nacidos: No tienen plumas, solo algo de plumón, y suelen estar muy indefensos. Si encontramos uno así, lo ideal es localizar su nido (a menudo en árboles o aleros) y, si podemos alcanzarlo, devolverlo. Si no es posible, lo recomendable es llamar al 112, a los agentes medioambientales o directamente a un Centro de Recuperación de Fauna Salvaje, quienes sabrán cómo proceder. En el Alto Jalón, los centros de recuperación están lejos y no suelen venir a recogerlos, por lo que hay que trasladarlos.
Volantones: Tienen plumas y saltan, pero todavía no vuelan. Aunque parezcan desvalidos, no los recojas. Están practicando sus primeros vuelos y sus padres los vigilan de cerca y siguen alimentándolos. Solo si están en una zona peligrosa (carretera, camino muy transitado), muévelos a un lugar seguro cercano, pero nunca lejos del lugar original. Si los alejas demasiado, sus padres no podrán encontrarlos. Las aves se desarrollan muy rápido para salir lo antes posible de los nidos, ya que en el nido son muy vulnerables ante posibles depredadores, incluso algunos se tiran del nido antes de poder volar.
Los vencejos nunca aterrizan voluntariamente. Si encuentras uno en el suelo, seguramente necesita ayuda. Sus patas cortas no les permiten levantar el vuelo desde el suelo. Tócalo con mucho cuidado, colócalo sobre tu mano y observa si puede volar por sí mismo. No lo lances al aire. Si no vuela, contacta con un centro especializado o con el 112 o Agentes Medioambientales.
Aquí, en la vertiente zaragozana del Alto Jalón, existe una red de personas comprometidas con la fauna local. En Ariza, por ejemplo, está Ana Tato, de la Asociación Ariza Felina, a quien personalmente y con mucho cariño he bautizado como la "mamá pájaro". Cada año saca adelante decenas de aves con su dedicación y esfuerzo. Desde Alhama, en Espíritu Animal Rural también ponemos nuestro granito de arena ayudando a cuidar a los polluelos que llegan en estas fechas.
Además de nuestros vuelos de aves rapaces, en Espíritu Animal Rural ofrecemos talleres educativos para conocer e identificar las aves que nos rodean. En uno de ellos, especialmente centrado en estas pequeñas aves urbanas y rurales, enseñamos cómo actuar correctamente si encontramos una en apuros. También construimos cajas nido, una herramienta fundamental para facilitar su anidamiento y garantizar su futuro.
Porque cuando conocemos a un animal, aprendemos a quererlo. Y cuando lo queremos, queremos también protegerlo.
JALON
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