Para vivir, además de alguna otra cosa es fundamental la alegría, y esta, hemos de procurar que sea lo más fresca y espontanea posible, ya que si la provocamos con medidas adicionales podría degenerar en regueros de insensatez y si la forzamos, puede acabar resultando grotesca.
Los más mayores sabemos que la alegría no es un fin, sino un estado transitorio que cada vez nos dura menos, también sabemos que es contagiosa, se transmite desde los ojos y parece ser que nace en las buenas conciencias.
Como todas las cosas que no tienen precio, cuenta con muchos pretendientes dispuestos a pagar por ella, y como no pueden pagarla, algunos gozan apagándola. Para este menester existen verdaderos profesionales que, mezclados entre nosotros tratan de pasar desapercibidos mientras cumplen su sucia misión.
¿Quiénes son? …..son parásitos sociales especializados, los poco conocidos “tronchagozos”. Los más jóvenes dudo que hayáis oído hablar de ellos, si los conocéis, seguro que es a través de historias de padres y abuelos, pero creerme existen, y no dudéis de su peligrosidad, tal vez no hayáis aprendido a distinguirlos de otras especies parasitas similares : sacasueños, prendemiedos,romperisas, arrimafríos…. parecidos, pero menos dañinos.
¿Cómo son?....tienen aspecto humanoide, cazan solos y a la espera, no tienen especial predilección ni por el día ni por la noche, son extremadamente cautelosos y prefieren los espacios cerrados y poco ventilados, casi no comen, se alimentan principalmente de televisión y telefonía móvil. Pese a su verbo corto, su riqueza gesticular y el amplio repertorio de frases adoptadas del refranero popular y de las tertulias televisivas, les convierten en uno de los mayores predadores del ánimo diario.
¿ Como cazan?.....una vez elegida la presa y captada su atención, suelen emplear frases hechas, aparentemente inocuas, pretenden adormecerte, insensibilizarte: “¿Dónde iremos a parar?,…. “Esto ya se veía venir”….” Pues espera y veras”…..Cuando llegue este momento garrapata, debéis desprenderos, si no lo hacéis estáis perdidos, sus mensajes capadores de iniciativas ajenas y llenos de vaticinios acongojantes apagaran poco a poco vuestro ánimo y os robaran la alegría.
¿Qué pretenden?.....pitonisos de próximos apocalipsis, necesitan de nuestra atención, se anclan en nuestras orejas y tratan de arrastrarnos a su mundo de sombras, allí todo es sencillo, no existen soluciones y las culpas son siempre ajenas, cultivan la insondable sabiduría de los necios. Agoreros profesionales, pesimistas vocacionales y tristes de nacimiento.
Fingen no pretenderlo, pero su objetivo es apagar vuestra alegría y pasaros sus miedos, no dudéis en dejarlos con la palabra colgada en la boca….¡¡¡ huid de ellos!!!....si llegan a inocularos su veneno habrán conseguido su propósito y sin daros cuenta podríais convertiros en uno de ellos.
Recordar que la alegría es un bien que ni se compra ni se hereda….pero si se transmite.
JALON
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