El historiador José Luis Cortés Perrucha guió ayer un viaje en el tiempo por algunos de los templos más significativos del patrimonio religioso del Alto Jalón, con una visita a las iglesias de San Juan y Santa María del Hortal en Torrijo de la Cañada, y a la iglesia de la Asunción en Villalengua. La actividad, enmarcada en el ciclo “Hablemos de Arte e Historia”, reunió a vecinos y visitantes que pudieron descubrir, de la mano del especialista, siglos de historia, arte y leyendas.
En Torrijo de la Cañada, la primera parada fue la iglesia de San Juan, levantada sobre los restos de un templo románico y cuya construcción, iniciada hacia 1480, se prolongó hasta el siglo XVI. Conocida como “iglesia de penitencia” por haber sido edificada por los propios vecinos, presenta una única nave de cuatro tramos cubierta con bóveda de crucería estrellada, ejemplo del gótico aragonés.
El campanario, de planta cuadrada, se estrecha en altura, y la portada, concebida como un retablo pétreo, luce esculturas de San Félix, Santa Régula y San Juan Bautista. En su interior destacan el retablo del siglo XVIII de la Coronación de San José, atribuido a Pedro Aibar Jiménez, y el baldaquino neoclásico de San Juan Bautista. La iglesia conserva además tres crismones románicos reutilizados, colocados al revés, y la leyenda del mendigo que habría dado origen a la talla del Santo Cristo.
Muy cerca, la iglesia de Santa María del Hortal, de estilo tardogótico levantino y fechada en el siglo XV, sorprendió por su amplitud y por la altura de sus capillas laterales, poco habitual en Aragón. Construida por el maestro cantero Francisco Marrón, combina ábside poligonal, bóvedas estrelladas y una torre central por la que se accede al templo. Su portada renacentista, de finales del XVI, muestra delicados motivos de vid y cardinas, y en su interior sobresale la capilla de los patronos Félix y Régula, añadida en el XVIII.
La última etapa de la ruta llevó a Villalengua, antigua villa vinculada a la Orden de San Juan de Jerusalén. En plena Plaza Mayor, la iglesia de la Asunción, obra del siglo XVI en estilo gótico tardío, se alza junto al palacio del Comendador. De nave única y capillas entre contrafuertes, destaca su torre campanario: los cuerpos inferiores de piedra sillar sostienen un remate octogonal de ladrillo decorado con esquinillas de tradición mudéjar y coronado por un chapitel metálico. Entre sus joyas se encuentra la capilla barroca de los santos Gervasio y Protasio, con un cimborrio y linterna octogonales cubiertos por un elaborado trabajo de ladrillo al tresbolillo.
La jornada, en palabras de varios asistentes, sirvió no solo para conocer mejor el arte y la historia de la comarca, sino también para reforzar el vínculo de los vecinos con un patrimonio que, por su valor histórico y artístico, merece ser preservado y difundido.
JALON
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