Alhama de Aragón vivirá este año unas Fiestas de San Roque marcadas por la polémica. La Guardia Civil ha activado un dispositivo específico para vigilar que no se lancen correpiés, artefactos pirotécnicos prohibidos cuya utilización a pesar de las prohibiciones ha sido el detonante de la suspensión del tradicional Toro de Fuego de adultos por parte del Ayuntamiento. La decisión municipal llegó después de semanas de tensión y de un reconocimiento implícito: el consistorio no podía garantizar las medidas de seguridad necesarias para evitar que un grupo de vecinos, que año tras año lanza este material de forma ilegal, volviera a hacerlo.
El contexto es delicado. La suspensión se produjo tarde a pesar de que el Ayuntamiento la tenía decidida desde hacía tiempo. Sin embargo, el temor a las protestas por parte de los amantes de la pirotecnia ilegal, llevó al Ayuntamiento a postergar la decisión, y solo la comunicó tras una reunión con la Subdelegación del Gobierno en la que no consiguieron que fueran instancias superiores las que suspendieran el festejo. Una postergación de la decisión que incluso generó un enfrentamiento artificial entre los Amigos del Toro de Fuego y los vecinos de la Avenida de Aragón, donde en ediciones pasadas el lanzamiento de estos artefactos indiscriminadamente ha generado daños cuantiosos en las fachadas. "Tuvimos que haber tomado antes la decisión", ha señalado de nuevo esta mañana la alcaldesa, Pilar Marco, apelando a la "responsabilidad de todos" de cara a las próximas fiestas.
Los vecinos de la Avenida de Aragón temen ahora represalias y nuevos daños en sus viviendas. La suspensión del Toro de Fuego -no habrá ni adulto ni infantil- ha generado un gran malestar. En el ambiente circula el rumor de que se está preparando algún tipo de tirada masiva de correpiés en protesta, pues el material pirotécnico ya está comprado. En algún lugar del municipio se guardan miles de correpiés dispuestos para ser utilizados durante las fiestas. "Hablan de 900 o 1.000 docenas de correpiés", explicaba esta mañana Pilar Marco, lo que vienen a ser hasta 12.000 artefactos pirotécnicos prohibidos. "El año pasado la Avenida de Aragón terminó que parecía una zona de guerra, se llegaron a romper cristales bilndados", señala la alcaldesa. Todo provocado por unos artefactos prohibidos por ley debido a su movimiento errático e impredecible, algo que ya recordó el Ayuntamiento en el comunicado en el que confirmaba la suspensión del festejo de adultos.
Ante esta situación, fuentes de la Guardia Civil confirman que durante los días de San Roque se van a intensificar los servicios y que existe un plan de vigilancia específico para impedir el uso ilegal de estos artefactos. Los detalles del operativo no se han hecho públicos, pero sí se ha comunicado un despliegue especial para multar a todo aquel que incumpla la normativa y garantizar la seguridad de todos. En Aragón, las sanciones son contundentes: hasta 30.000 euros por venta ilegal y multas que pueden alcanzar los 600.000 euros por almacenar más de 10 kilos de material, tal y como establece el Real Decreto 989/2015 sobre artículos pirotécnicos y cartuchería. Incluso un solo petardo mal utilizado en un lugar no permitido puede acarrear sanciones superiores a los 600 euros.
Desde la Subdelegación del Gobierno subrayan que la competencia sancionadora en materia de pirotecnia es de la Comunidad Autónoma, pero que es el Ayuntamiento quien tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad en cualquier festejo de este tipo, aunque la intervención operativa sea de la Guardia Civil. Desde el Ayuntamiento por su parte han vuelto a recalcar la prohibición de los correpiés, recordando que la suspensión del festejo provoca que "las posibles responsabilidades civiles y recaerán sobre quienes incumplan la normativa". Apela el consistorio a la coherencia y responsabilidad de todos para evitar males mayores. Lo han hecho en un Bando publicado esta misma mañana, solicitando la colaboración ciudadana "para poder disfrutar unas fiestas inclusivas, responsables y respetuosas con el bienestar de todos los vecinos y vecinas".
El mensaje de las autoridades es claro: la prevención, el uso correcto y legal del material pirotécnico y la colaboración ciudadana son esenciales para evitar accidentes y conflictos. La Guardia Civil estará atenta y vigilante para garantizar que las Fiestas de San Roque se desarrollen como deben desarrollarse unas fiestas, entre alegría, diversión y respeto para todos y todas dentro del marco legal.
JALON
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