"SABER QUE NO VOY A PODER ESCUCHAR LOS CASCABELES DE LA MÁSCARA ME GENERA UNA PENA MUY GRANDE"

Jesús Lozano, atecano de 27 años, representa el papel de La Máscara de Ateca. Este es el segundo año que se viste de este personaje singular que aparece en Ateca el día de las Candelas. -"En 2018 terminó el anterior, Roberto Labrador, que estuvo 8 o 10 años. Tras eso varios mozos del pueblo se presentaron voluntarios y Miguel Plasencia fue elegido en 2019. Tuvo que dejarlo y en 2020 ya empecé yo"-, nos comenta Jesús, orgulloso de repersentar este papel para su pueblo.

Cuenta la leyenda y la cultura popular que antiguamente la Máscara era una persona que estaba en la cárcel, hacía el papel de la máscara y si llegaba a coronar el cerro de San Blas se le otorgaba el indulto. Por ello, iba con la cara tapada y de ahí el nombre de este personaje. Jesús Lozano nos aclara: -"El historiador Francisco Martínez, que presenta el lunes el libro sobre esta tradición desmiente esta teoría"-. La representación actual de este personaje proviene de los acontecimientos políticos del siglo XIX. La Máscara representa el poder absoluto de la monarquía, insultada por los jóvenes de ideología liberal y sostenida por los mayores de ideología conservadora.

-"Desde pequeño lo he tenido como objetivo. Mi tío fue máscara hace 25 años y aquello me marcó para seguir la tradición familiar"-, señala Lozano. El próximo 2 de febrero, Jesús se enfundará su traje cubierto de cascabeles. -"Los chicos de Ateca tienen que coger el cascabel que llevo en el traje. La máscara se defiende con el sable y con el escudo se da la bendición"-, detalla Lozano que añade: -"Intentas llegar al final de la mañana con algún cascabel en el traje. El año pasado conseguí conservar tres. Le regalé un cascabel a mi acompañante y otros de recuerdo para la familia"-.

Ese mismo día, el de la fiesta de las Candelas, por la noche, una hoguera inmensa en la Plaza de España reune a su alrededor a todo el pueblo. -"Entonces me pongo un traje nuevo repleto de cascabeles y tengo que hacer la misma historia para que no me quiten los cascabeles"-, comenta Jesús mientras nos relata la historia: -"Es una tradición muy bonita. Todo el pueblo está junto como una gran familia. Antes de terminar, la máscara se pone al lado de la hoguera. Se forma un corro grande y se canta la canción del Puente de Alcolea"-. Esta canción popular es una mofa del pueblo a la monarquía, haciendo referencia a la derrota, durante la revolución de 1868, de las tropas de Isabel II en el citado puente. -"En ese momento se recoge la Máscara hasta el día 3"-, nos comenta Jesús. 

El día de San Blas, patrón de Ateca, tras la misa se acude a la hermita de San Blas continúa la misión de Jesús Lozano. Esta fiesta, declarada de Interés Turístico de Aragón en 1995, tiene su momento culminante en el cerro de San Blas. En este momento Jesús, metido en su papel de la Máscara acomete su principal tarea: -"me cambio de escudo por una corbetera más grande y subo el cerro de San Blas"-, comenta. La subida no es sencilla, pues tiene que pelear contra las manzanas que le llueven desde arriba arrojadas por los mozos de Ateca. Una vez llega a la cima -"se vuelve a hacer el mismo corro que la noche anterior y se canta de nuevo la canción"-, comenta Lozano.

La pandemia provocada por el coronavirus impide este año llevar a cabo la tradición. -"Conforme va llegando el día siento que me pellizca más que no se vaya a poder hacer. Sabes que no vas a poder escuchar los cascabeles y el bullicio de los chicos y te genera una pena muy grande, aunque tengo una sorpresa para todos y que este año no quede vacío"-, señala Jesús Lozano. Convencido de la necesidad de preservar estas tradiciones, Lozano explica que -"antes de que se perdiese, yo me pongo el traje los años que haga falta. Para mí es un orgullo"-.