QUE SUENE LA CHARANGA

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ALBA opt


San Blas, San Blasillo y Santa Águeda. Aún recuerdo cuando la charanga me despertaba a las 8 de la mañana. Cuando hacía su ronda por las calles del pueblo, pegaba un bote de la cama y subía la persiana para verla pasar. Después, sobre las 12, ibas a misa. Una vez terminada, nos reuníamos todos en la plaza de la iglesia para comer roscón. Además, allí estaba la charanga para hacernos pasar un buen rato. Cuando terminabas de comerte el roscón, te solías ir con tus amigos a tomar el vermut. Ibas de bar en bar hasta llegar a casa para comer. 

Durante dos días disfrutábamos de cabezudos y de las actuaciones de payasos que se hacían en La Pista. ¡Cómo nos gustaba estar todo el día fuera de casa!. Este año, las mujeres del pueblo, tampoco podrán celebrar Santa Águeda. Ese día cuando pasabas por el casino, veías a todos los hombres en la puerta porque estaba prohibido el baile para ellos. Sólo al final del día les dejaban pasar. Eso es lo que tiene ser de Arcos, escuchas una charanga y un latigazo te recorre todo el cuerpo y no te deja parar.

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