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Puestos a personalizar, que es precisamente lo que no quiere Begoña, personalicemos en Paula Remacha que es la que consigue que todos sepamos de Santa María de Huerta. Nos llevó de excursión al Castillo de Belimbre, nos enseñó en time lapse la evolución de Filomena, nos manda fotos increíbles del patrimonio histórico y cultural de Huerta, nos presenta a los monges y conseguirá que hagamos un #MePongoLasBotas en el Monasterio Cisterciense y nos invita al café con bolillas con miel que ella misma hace para acompañar las meriendas. Me falta lo que hoy nos atañe, que es presentarnos a Begoña Mateo para que nos enseñe su pueblo la propia responsable de la Oficina de Turismo de Santa María de Huerta. Rayana como 'ella sola', es inquieta y, como la define Paula Remacha, -"no para de inventar cosas para el pueblo"-, aunque según contesta ella -"al final son los vecinos los que tienen que poner el punto de partida"-. Paula nos despide del café con una definición de Begoña en la que acabaremos convencidos tras pasar la tarde con ella: -"es una dinamizadora de la zona más que una responsable de turismo"-.
-"No quiero que personalices en mí, te voy a enseñar lo que hacemos para promocionar el turismo del pueblo pero luego a ver qué cuentas"-, insiste una y otra vez en cada rincón del pueblo. Paseamos tras el café y nos cuenta -"aquí en el colegio de las monjas estuve interna, luego me fui a Madrid, estudié la carrera y a trabajar a un banco. Pero antes de ser un colegio, fue el palacio del Marqués de Cerralbo y desde aquí organizó todas las excavaciones y yacimientos del Alto Jalón"-. Esto último lo cuenta como explicando que se dió cuenta de que lo que realmente le llena es esta comarca, desde pequeña, pero la vida le trajo aquí 'después'. Quizá cuando estaba preparada para aportar todo lo que ella genera. -"Me vine de voluntaria a la oficina de turismo y luego, cuando salió la plaza, opté por ella. Y aquí estoy trabajando seis meses al año. La pena es que sean los que menos turismo viene. Ojalá pudieran cambiarlo, pero eso depende de la Junta"-.
En 2018, Santa María de Huerta fue galardonada con el Premio Provincial de Turismo de Soria. El trabajo de Begoña, recogido en un libro que nos enseña orgullosa, le ha llevado a investigar en la historia, tradición, naturaleza y gentes de Santa María de Huerta. Tanto, que podría decirse que es la mayor autoridad para hablar sobre su pueblo. -"Me conozco bien la zona de la raya en general. Vivo en Huerta. En Pozuel de Ariza mi marido y yo tenemos familia, así que imagina si soy rayana. Mi abuela materna y mi abuelo paterno eran de Huerta"-, nos explica Begoña. En el libro abierto que es ella, descubrimos que las galletas María -"probablemente sean originarias del Monasterio"- y que -"hacer visitas guiadas por el pueblo es una de las cosas que más me llenan"-.
Llegamos a la Oficina de Turismo y nos muestra cómo trabaja y promociona los puntos que nadie debe perderse cuando llega a Santa María de Huerta. Además del Monasterio y el Castillo de Belimbre, encontramos información sobre el paraje de Algondrón, el Castro Celtíbero "Ciclopeo", el Museo de Cerámica Industrial y el Etnológico. -"Luego vamos y te lo enseño, que lo estamos ampliando a un local nuevo. En el viejo se ha puesto el dispensario"-, me dice Begoña cuando me ve fijar la vista en la fotografía del museo que hay en el folleto. El descubrimiento en la oficina donde trabaja no es la lista de registro de visitas, que refleja la situación actual con las dos personas apuntadas que han visitado el pueblo desde que comenzó el año, sino la cantidad de información que proporciona sobre toda la zona. -"Cuando llegan aquí les enseño el pueblo, ven el Monasterio, y luego les recomiendo sitios donde ir a comer y visitas a otros pueblos. Hay pueblos como Iruecha, Chaorna, Medinaceli por supuesto, el entorno natural de toda la comarca, están los yacimientos de Arcóbriga, Torralba y Ambrona, toda la zona de Jaraba..."-, nos detalla Begoña mientras nos saca decenas de folletos sobre todos los pueblos del Alto Jalón y sentencia: -"Hay mucho que ver en la zona. Es una pena que esté poco promocionada. Tenemos que movernos más entre nosotros para trabajar en red entre todos los pueblos del Alto Jalón"-.
Tras ver la oficina y pasar por el Museo Industrial de la Cerámica, nos lleva al Museo Etnológio, donde el alcalde y otros vecinos trabajan en la instalación de las exposiciones. -"Nos falta etiquetar las piezas, documentarlas, poner algunas fotos... Para Semana Santa lo abriremos, ¿verdad Esperanza?"-, dice Begoña riéndose juntas. El trabajo que llevan metido en el museo y el tiempo de espera por la pandemia, lo llevan haciendo bromas y chanzas entre ellas. A Esperanza la recordamos de contarnos cómo montaban el Belén gigante y nos saluda: -"¡Hombre reportero!"-. La risa se vuelve de tres y Begoña, que se da cuenta de que nos conocemos de entonces, comenta: -"Al final siempre participa en todo la misma gente, pero eso pasa igual en todos los sitios"-.
Nos despedimos de Begoña en la puerta del museo sin a penas hablar de que también es presidenta de la Asociación 'El Belimbre' que, según nos cuenta, -"antes era sólo de jubilados pero la hemos abierto y hay socios entre los 15 y los 87 años. La gente del pueblo envejece y, o nos metemos todos, o se disuelve"-. Este dato me hace preguntar a Begoña sobre el futuro de los pueblos y las posibles soluciones. Su respuesta es la filosofía que me ha ido transmitiendo en este 'ratito' con ella: -"Esto será una transformación, pero estamos a tiempo de cambiar y 'viajar' a otras situaciones. Siempre estamos a tiempo. El que se quede en el pueblo se va a tener que adaptar a la situación y trabajar en red con el resto de pueblos para mejorar nuestra situación. Hay que sembrar y apoyar a la gente del pueblo que se mueve"-.
JALON
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