"NO SABEMOS SI NOS PERMITIRÁN SEGUIR TELETRABAJANDO Y QUEREMOS QUEDARNOS AQUÍ"

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Belén y David viven con sus dos hijas en Sagides, pedanía de Arcos de Jalón, desde el día que se decretó el Estado de Alarma por la pandemia. Ambos trabajan a caballo entre la presencialidad en Madrid y el teletrabajo desde el pueblo. Mientras todo el país está pendiente de qué puede ocurrir el próximo 9 de mayo con el final del Estado de Alarma, la incertidumbre en David y Belén es mayor por no saber si van a poder seguir trabajando desde Sagides. Su deseo por quedarse y seguir disfrutando de la vida en el pueblo hace que estén valorando diferentes opciones. Que Belén pudiera encontrar un trabajo en la zona es la opción que más seriamente valoran, pero no descartan emprender, para lo que ya tienen varias ideas que valoran en el escaso tiempo que les queda entre sus dos hijas y su empleo a caballo entre Sagides y Madrid.

"Yo venía a casa de una amiga que es de aquí", nos comenta Belén al preguntarle sobre cómo se conocieron. Desde los 11 años no ha dejado de venir a Sagides, como nos dice David "muy a menudo los fines de semana y las vacaciones". Decidieron vivir en el entorno rural empujados por la situación sanitaria que se estaba gestando. "Mi hermana es enfermera y me avisó de que estaban habilitando una planta de coronavirus en su hospital", explica Belén antes de contarnos que "el miércoles 11 de marzo, que ya habían cerrado el colegio, hicimos las maletas para venirnos el viernes". Y así lo hicieron. En dos coches, "uno cargado de cosas y ropa, y el otro de comida", señala David, que nos cuenta que vinieron conduciendo hasta Sagides "con la sensación de estar huyendo de la guerra".

Desde que llegaron a Sagides "todo el mundo nos ha ayudado mucho y nos lo ha puesto muy fácil", dice Belén. En sus trabajos fueron comprensivos con la situación, incluso en el caso de David, que acababa de cambiar de trabajo. "Me cambié de trabajo cuatro días antes de venirnos", comenta David, que añade que "cuando vine no tenía Internet y como no hay cobertura, tuve que llamar a una empresa de Soria que me puso conexión por satélite a través de una parabólica". Sus 40 megas de descarga han permitido que ambos teletrabajen, pero con la relajación de medidas "no sabemos si nos van a permitir seguir teletrabajando y queremos quedarnos aquí", señala Belén, administrativa y gestora de grandes patrimonios, a la que le exigen presencialidad en semanas alternas que pasa en la vivienda que todavía mantienen en Madrid. En el caso de David, nos comenta que "de momento me permiten que vaya dos días en semana y me puedo organizar yo más o menos, lo tengo más fácil".

La incertidumbre que les genera una posible vuelta a la presencialidad, lo que supondría tener que abandonar, al menos de momento, su sueño de vivir en Sagides, hace que estén buscando, además de trabajo, oportunidad para emprender. "Estoy metida en la Biblioteca para Emprender porque estamos pensando en montar algo", confiesa Belén, convencida de que en la zona "hay muchas opciones de turismo de naturaleza". Entre sus ideas de negocio también está aprovechar los conocimientos y experiencias profesionales de ambos. Belén nos explica que está estudiando la posibilidad de que se pueda hacer negocio con la recuperación de "viviendas que han quedado muertas y los herederos no se hacen cargo de ellas", debido a que "es algo que lleva un proceso burocrático engorroso que yo controlo muy bien". Por su parte, David ha detectado que "no hay una empresa por la zona que dé soporte informático integral a empresas".

A pesar de tener ideas y capacidades para desarrollar sus proyectos, ambos carecen de tiempo para avanzar con ellos. "Tener que estar una semana en Sagides y otra en Madrid, junto con las dos niñas, me hace imposible desarrollar un proyecto", nos comenta Belén, que vería con buenos ojos "poder encontrar un trabajo aquí". Además, pasar semanas enteras fuera de casa "es una situación que no podemos sostener porque afecta a las niñas", explica Belén, que no cesa en su empeño y ha repartido currículums "por todas las empresas de la zona", de momento sin éxito. "Es muy resolutiva haga lo que haga. Siempre le da una vuelta más a su trabajo", nos cuenta David, esperanzado en que la profesionalidad de Belén haga que pueda encontrar pronto un empleo cerca de Sagides. "Necesitamos poner un pie aquí", nos dice al despedirnos David.  


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