"LA CULPA DE LA DESPOBLACIÓN DE EMBID NO ES SOLO DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA SINO DE SUS DIRIGENTES"

En 104 municipios de España no hay negociaciones ni posibles coaliciones, no hay Junta de Gobierno y las decisiones se toman entre el alcalde y una Asamblea Vecinal que se reúne a petición del edil y de la que forman parte todos los electores que acudan a las votaciones. De los 104 concejos , 75 están en Aragón,  con mucho, la comunidad que más municipios mantiene con este sistema. Uno de ellos se encuentra en el Alto Jalón. Es el caso de Embid de Ariza, gobernada por Joaquín Mariscal desde 1999.

El alcalde embidano, que ha pasado por el Partido Popular primero, el Partido Aragonés Regionalista luego, y actualmente militando en Ciudadanos, firma la última carta que ha recibido nuestro protagonista de hoy, Javier Baena, denegándole la posibilidad de empadronarse en su pueblo. Según la última comunicación del Ayuntamiento de Embid de Ariza enviada a El Justicia de Aragón, organismo al que ha tenido que recurrir Baena para obtener respuesta por parte del consistorio, la Asamblea Vecinal le deniega el empadronamiento por "no llevar viviendo de continuo más de seis meses en Embid", explica Javier, quien argumenta que "el alcalde convoca la asamblea para que vayan solo los de su cuerda y siempre se decide lo que él dice". Por ello, Baena sentencia que "la culpa de la despoblación de Embid no es solo de la situación de crisis demográfica, sino de los dirigentes del pueblo".

La batalla de Javier, de 28 años, por ser vecino de pleno derecho de Embid de Ariza comenzó en 2018. Descendiente de Embid de Ariza y de su pedanía, Casa de la Vega, tras intentar empadronarse sin éxito en varias ocasiones, decidió comenzar a denunciar las actuaciones del alcalde, Joaquín Mariscal, ante la Diputación Provincial de Zaragoza. "Como ha pasado por tantos partidos, decidí hacerlo con el grupo de Izquierda Unida, pero me da igual el signo político", explica Javier, que comenzó poniendo el foco en la construcción de un albergue y una Casa de la Juventud en las antiguas instalaciones de las escuelas y las casas de los maestros de la localidad. Según acusa Javier, "el Ayuntamiento se gastó 120.000 euros financiados por los Fondos Leader en un albergue que se ha utilizado como residencia de la cuidadora de la madre del alcalde". En su relato, Baena explica que "el Ayuntamiento contrató a Mariana, cuidadora de la madre del alcalde, como persona de mantenimiento del pueblo, y la metieron a vivir en el albergue". Debido a esto, según denuncia Javier, "el albergue no se ha abierto nunca para promocionar el turismo del pueblo" y señala que  "en una ocasión intenté reservar para pernoctar dos personas y me pidieron la reserva completa de las 16 plazas, unos 400 euros por noche en total".  

Ya en 2016, dos años antes de decidir empadronarse, Javier tuvo que batallar, junto con el resto de jóvenes del pueblo, contra la decisión de Mariscal de quitar las fiestas de agosto y sustituirlas por una comida en el Área de Servicio de 'El Vergel' en la que "él invita a quién quiere y el resto se paga su cubierto", explica Baena. Los jóvenes de Embid se manifestaron y de aquellas protestas surgió la Comisión del Trabajo de Embid de Ariza, que organiza actividades de limpieza de zonas del pueblo, eventos deportivos, culturales e infantiles, así como los festejos de agosto "sin la colaboración ni financiación del Ayuntamiento", indica Javier, que comenta que "ellos quieren que la agrupación desaparezca, así que no nos apoya nada".

"Embid es un cortijo", sentencia Baena en su relato de las actuaciones de Mariscal, al que se encuentra desde entonces enfrentado y califica de "cacique". "El alcalde es el primero que vive en Calatayud y tiene empadronada a toda su familia y a gente de empresas que luego trabajan para el Ayuntamiento", denuncia Javier estableciendo un agravio comparativo con su caso, máxime cuando se ha comprado una casa en la localidad en la que consume electricidad, agua y conexión a Internet todos los meses. Según nos cuenta, "en Embid de Ariza hay empadronada gente, según el Instituto Aragonés de Estadística, que pernocta más de 14 noches al año en el extranjero". Con la intención de conocer el censo y comprobar que estaba siendo tratado de forma injusta, Baena acudió al Colegio Electoral como apoderado en las últimas elecciones y pudo comprobar que "además de que está empadronada toda su familia, que viven en Calatayud, hay gente censada que no sabemos los del pueblo quién son" y nos cuenta entre una risa resignada que "les preguntábamos dónde vivían y nos señalaban zonas donde solo hay ruinas".

Javier cree saber la razón por la el Ayuntamiento le niega el empadronamiento. En las últimas elecciones, Mariscal se hizo con la alcaldía por una diferencia de 12 votos a su favor, y Javier observa que "como soy del otro 'bando', se aferra a la alcaldía a través de controlar el censo" y tiene claro que "el alcalde quiere hacerse dueño del pueblo". Baena, que asegura que "no quiero ser alcalde pero sí que las cosas cambien", considera que "mi denegación de la solicitud de empadronamiento es solo el abre latas, porque hay muchas más cosas", señala, añadiendo que "hay muchos más hilos de los que tirar como la forma en la que está consiguiendo todas sus tierras o el uso de agua municipal para regarlas" mientras promete "luchar por el pueblo aunque mi lucha haya significado que no pueda empadronarme o que tenga bloqueado un arreglo que quiero hacer de un palomar antiguo".