Las Fiestas de San Cristóbal de Ateca han arrancado con fuerza este fin de semana gracias a un programa que ha sabido combinar tradición, orgullo local y participación vecinal. El plato fuerte del viernes fue, sin duda, el esperado concierto de Carmelín, que llenó la Plaza de España hasta los topes con un público entregado desde el primer minuto. El showman atecano, Carmelo López, ofreció un espectáculo cargado de energía, música y complicidad, demostrando una vez más por qué sigue siendo uno de los artistas más queridos de la comarca.
La noche del viernes fue una auténtica celebración del talento local, ya que Malastrazas había calentado motores desde las 20:00 horas con un tardeo musical que ya atrajo a decenas de vecinos y vecinas a la plaza. El relevo lo tomó Carmelín a medianoche, quien volvió a casa por todo lo alto con una actuación en la que lo dio todo con su gente, desplegando su carisma habitual y haciendo vibrar al público con canciones, chascarrillos y esa cercanía que lo caracteriza.
El sábado, la programación continuó con el tradicional volteo de campanas a las 11:00 horas y un refrescante parque acuático con fiesta de la espuma a mediodía que llenó de risas y chapuzones el casco urbano. Pero el momento más simbólico de la jornada fue por la tarde, cuando decenas de camiones se concentraron frente al centro de salud para iniciar la romería hacia Castejón de las Armas, una comitiva motorizada que, escoltando la imagen del Santo, puso rumbo al parque de San Cristóbal en una mezcla de devoción y compañerismo que cada año refuerza el vínculo entre vecinos y tradición.
Vídeo: Arturo Martínez
JALON
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